Muchas personas olvidan limpiar una parte esencial de la cocina: la campana extractora. Aunque no siempre se nota a simple vista, con el tiempo puede acumular grasa, polvo y suciedad, lo que representa un riesgo tanto para la salud como para la seguridad del hogar. Por eso, expertos en alimentos y limpieza explican por qué es importante mantenerla en buen estado y cómo hacerlo correctamente.
La función principal de la campana es mejorar la calidad del aire mientras se cocina. Este aparato succiona la humedad, el humo y la grasa que se generan al calentar los alimentos; sin embargo, esas partículas no desaparecen, pues quedan atrapadas dentro del ventilador y los filtros, formando una capa de residuos que puede ser perjudicial.
“Cuando cocinas, el agua de los alimentos se vaporiza al tocar superficies calientes, y si hay aceite, estas ‘microexplosiones’ también arrastran pequeñas cantidades de grasa”, explicó el científico de alimentos Bryan Quoc Le en conversación con el medio HuffPost. “Estas partículas de aceite se dispersan por la cocina y son absorbidas por el ventilador, lo que genera capas gruesas de grasa que obstruyen los filtros.”
La campana de cocina succiona la humedad, el humo y la grasa que se generan al calentar los alimentos; sin embargo, esas partículas no desaparecen, lo que representa un riesgo. (Foto referencial: Freepik)
Uno de los riesgos más graves de una campana sucia es la posibilidad de incendios por grasa. “La capa de grasa que se acumula sobre la llama o en las paredes puede prenderse fuego”, advirtió Quoc Le, pero no solo se trata de incendios. Según Sabrina Tretyakova, experta en limpieza certificada, “la grasa y la suciedad bloquean los filtros, por lo que el aire limpio no circula bien, lo que puede agravar problemas respiratorios”.
Además, la grasa acumulada puede gotear sobre los alimentos. “Es un aceite viejo, rancio y sucio, con muchos microbios que pueden provocar enfermedades”, señaló Muffetta Krueger, fundadora de Muffetta Domestic Assistants. También explicó que la humedad atrapada en los filtros puede generar moho y bacterias, creando un entorno poco higiénico.
La acumulación de restos de comida en la campana también puede atraer plagas como cucarachas y roedores. Para evitar todo esto, Quoc Le recomienda limpiar la campana una vez al mes, o al menos cada pocos meses si no se cocina con frecuencia. “Es más fácil limpiar pequeños residuos de forma regular que lidiar con una gran acumulación más adelante”, afirmó.
Las partículas de grasa pueden quedar atrapadas dentro del ventilador y los filtros, formando una capa de residuos que puede ser perjudicial. (Foto referencial: Freepik)
Para una limpieza rápida, los expertos sugieren usar un desengrasante suave en spray. “Se puede limpiar el exterior con un paño de microfibra y el interior con una solución desengrasante o una mezcla de vinagre y agua”, dijo Krueger. Es importante recordar apagar la electricidad antes de empezar, ya que dejarla encendida podría causar una descarga eléctrica, advirtió Tretyakova.
La limpieza profunda se debería realizar una vez cada uno a tres meses. Esto incluye quitar los filtros y sumergirlos en agua caliente con desengrasante durante 15 a 30 minutos. Luego se deben frotar con un cepillo suave, enjuagar bien y dejar secar antes de colocarlos de nuevo. “Si la campana usa filtros de carbón, no se pueden limpiar, hay que reemplazarlos cada tres a seis meses”, aclaró Krueger. También se recomienda revisar los conductos de ventilación y, si hay demasiada grasa, contactar a un profesional para evitar riesgos de incendio.
Otro de los riesgos de una campana sucia es la posibilidad de incendios por grasa. (Foto referencial: Freepik)
Guía sencilla para limpiar la campana de cocina:
- Seguridad primero: Desconecta la campana de la corriente eléctrica.
- Limpia los filtros: Retira los filtros (suelen deslizarse o tener pestañas). Lávalos con agua caliente y jabón desengrasante. Para grasa difícil, puedes dejarlos remojando o usar un cepillo. Enjuaga bien y déjalos secar completamente. Algunos filtros metálicos se pueden lavar en el lavavajillas.
- Limpia el exterior: Con un paño húmedo y un poco de detergente suave, limpia la superficie exterior de la campana. Para manchas difíciles, puedes usar una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Limpia también la parte inferior de la campana.
- Limpia el interior: Si es accesible, limpia el interior de la campana con un paño húmedo para remover grasa acumulada.
- Vuelve a colocar los filtros: Una vez que los filtros estén secos, vuelve a colocarlos en su lugar.
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