
En los últimos días, un misterioso visitante cósmico volvió a captar la atención de la comunidad científica. Se trata del objeto interestelar 3I/ATLAS, que atraviesa nuestro sistema solar mostrando un comportamiento tan extraño que algunos expertos no descartan la posibilidad de que tenga origen artificial.
Recientemente, el 3I/ATLAS sorprendió a los astrónomos por mostrar una aceleración no gravitacional y un color “más azul que el Sol” mientras atravesaba nuestro sistema solar. Estos comportamientos, según el astrofísico de Harvard Avi Loeb, podrían ser indicios de una posible nave de origen artificial.
De acuerdo con datos recientes de la NASA, el cuerpo espacial registró una aceleración que no puede explicarse únicamente por la gravedad. Este fenómeno suele ocurrir cuando un cometa libera gas o polvo (un proceso conocido como outgassing), lo que también provocaría que el objeto pierda cerca de la mitad de su masa y genere una gran nube de desechos en los próximos meses.

Sin embargo, Loeb propuso otra hipótesis en un artículo publicado en Medium. Según el científico, tanto la aceleración anómala como el intenso tono azulado podrían ser señales de una construcción artificial.
“Alternativamente, la aceleración no gravitacional podría ser la firma tecnológica de un motor interno”, escribió. “Esto también podría explicar el informe sobre 3I/ATLAS volviéndose ‘más azul que el Sol’”.
El experto añadió que “podría explicarse potencialmente por un motor caliente o una fuente de luz artificial”, aunque también reconoció que se trata de un comportamiento que podría tener un origen natural, típico de un cometa.

Debido a su posición orbital, los telescopios terrestres no pudieron observar directamente el paso del objeto cuando se acercó a 172 millones de millas del Sol, ya que la Tierra se encontraba en el lado opuesto de la estrella; no obstante, varias sondas que orbitan cerca del Sol lograron captar mediciones que revelaron un “rápido aumento de brillo” y confirmaron que el supuesto cometa lucía “notablemente más azul que el Sol”, según un informe del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos.
El cambio de color fue catalogado como “muy sorprendente” por Loeb, quien recordó que observaciones anteriores mostraban tonalidades rojizas que luego viraron al verde.
El 19 de diciembre, el 3I/ATLAS pasará a unas 167 millones de millas de la Tierra, ofreciendo la mejor oportunidad para analizar su verdadera naturaleza.
“Si no observamos una gran nube de gas alrededor de 3I/ATLAS en diciembre”, señaló Loeb, “podría ser un indicador de un sistema de propulsión”.

El científico también criticó a la NASA por no publicar las imágenes tomadas por la cámara HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter durante el paso del objeto cerca de Marte a inicios de octubre.
Según fuentes consultadas por el New York Post, las imágenes no se darán a conocer hasta que el gobierno estadounidense reabra.
Mientras tanto, el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, desmintió cualquier teoría que indique que el cometa 3I/ATLAS no sea de origen natural.
“Las observaciones de la NASA muestran que este es el tercer cometa interestelar que atraviesa nuestro sistema solar”, escribió en X. “No hay extraterrestres. No hay amenaza para la vida en la Tierra”.
3I/ATLAS, el objeto interestelar que desconcertó a la comunidad científica
El cometa 3I/ATLAS desconcertó a la comunidad científica, principalmente porque sus características y comportamiento desafían lo que se espera de un cometa natural.
El cuerpo mostró una “anticola”, un chorro de gas que apuntaba hacia el Sol, en dirección contraria a lo que ocurre en los cometas naturales. Este movimiento, junto con una trayectoria “afinados” al plano orbital de nuestro sistema, desconcertó a los científicos y sugirió un comportamiento no aleatorio.
Los análisis revelaron una composición química atípica. El cometa liberó una cantidad significativa de níquel puro y compuestos que son más comunes en procesos industriales terrestres que en objetos naturales.
Dada la combinación de su comportamiento anómalo, composición química única y una antigüedad potencial de miles de millones de años, algunos científicos plantearon la posibilidad de que el 3I/ATLAS sea una estructura tecnología no natural.
¿Por qué se dice que el 3I/ATLAS es una auténtica “máquina del tiempo”?
El objeto interestelar 3I/ATLAS es considerado una “cápsula del tiempo” debido a su inmensa edad y su origen. Los astrónomos estiman que puede tener hasta 10.000 millones de años, haciéndolo mucho más antiguo que nuestro propio Sistema Solar (de 4.600 millones de años).
El 3I/ATLAS no proviene de nuestro vecindario estelar, sino de una de las regiones más antiguas de la Vía Láctea, probablemente el disco grueso galáctico, que alberga las estrellas más longevas.
Al ser un cometa, el 3I/ATLAS está compuesto de hielo, polvo y gases que se han mantenido prácticamente inalterados desde el momento de su formación. Esto significa que lleva consigo material primordial de las etapas iniciales de la galaxia.
Al estudiar su composición, los científicos pueden obtener información directa sobre las condiciones físicas y químicas del universo hace miles de millones de años.
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