Tomar sol es beneficioso para la salud, pero todo en exceso es dañino y más aún si te echas en la playa o piscina sin tomar en cuenta el cuidado de tu piel. Los rayos UV tienen diversas consecuencias como el envejecimiento prematuro, aparición de arrugas y hasta cáncer. Es aquí donde el uso de un bloqueador solar o protector solar es vital, pero vale indicar que no son lo mismo, ¿sabes qué los diferencia? Aquí te lo explicamos al detalle.
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Si bien los rayos solares activan la vitamina D, aumentan los glóbulos blancos, se fortalecen nuestras defensas, se produce mayor serotonina, entre otras bondades, también pueden penetrarl al piel y dañar nuestras células.
Para evitar las quemaduras graves por una exposición prolongada al sol, los especialistas recomiendan usar protectores y bloqueadores solares a lo largo de todo el año, en especial en el verano, pero, ¿son lo mismo?
Diferencias entre bloqueador y protector solar
Una de las principales diferencias es que el protector solar es un producto químico que funciona a manera de filtro, es decir, absorbe los rayos solares y reduce el impacto en nuestra piel. Mientras que un bloqueador solar es un producto físico que impide por completo la penetración de rayos solares, actuando como una barrera.
La doctora Cynthia Salcedo, médico de La Positiva Seguros, agrega que los protectores solares tienen una textura más ligera y trasparente, por lo cual se difumina más rápido y debe aplicarse con mayor frecuencia que un bloqueador.
La elección del indicado dependerá de tus necesidades y tipo de piel. No obstante, es importante destacar que cualquiera de los dos debe tener como mínimo un nivel de protección (SPF) de 30 para evitar daños a la piel.
¿Qué otros productos usar para cuidar nuestra piel?
Ante usa exposición prolongada al sol no solo se debe cuidar la piel mientras estamos sobre una toalla, sino también dentro del agua. Es crucial aplicarse constantemente bloqueador solar en el intervalo de una hora, pese a estar en el mar o piscina.
Además, debido a la alta radiación, los labios no solo podrían secarse o arrugarse, sino también pueden desarrollar queilitis actínica. Esta inflamación provoca a menudo resequedad persistente y grietas en los labios, además de arrugas extensas, similares a las verrugas. En tal sentido, es sugerible aplicar manteca de cacao o bálsamo labial para evitar lesiones.
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