Muchas recetas incluyen harina de maíz y otras maicena y, aunque a simple vista el color blanco las hace ‘iguales’, son muy diferentes en cuanto a resultado y usabilidad. Si bien las dos provienen del maíz y sus propiedades nutricionales son similares, pues contienen niveles parecidos de calorías, proteínas, lípidos y glúcidos, en el proceso de elaboración está la razón de que no se puedan emplear de la misma forma para hacer postres o salados.
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La harina se muele, mientras que la maicena se deja fermentar ligeramente, para después retirarle el almidón y dejarla secar. Además, la primera contiene gluten, una proteína que proporciona elasticidad y consistencia a la masa. Por ese motivo, ambas aportan diferente sabor y grosor a los alimentos.
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MAICENA:
Conocida como almidón de maíz o fécula de maíz, es esencial en la repostería. Este polvo blanco perteneciente al grupo de cereales, granos y harinas; es rico en carbohidratos y no contiene gluten, lo que también está presente en muchas opciones para personas celiacas. Además, la maicena contiene nutrientes como hierro, proteína, calcio, fibra, potasio, sodio, vitamina A, B1, B2, B3, B6, B7, B9, B12, etc.).
HARINA:
Existen dos tipos: harina preparada y harina sin preparar. La primera es la recomendada para la repostería y para poder elaborar los deliciosos queques, magdalenas o tortas. Esta harina es leudante porque contiene entre sus ingredientes levadura seca, lo que permite la elaboración de distintos postres. Ofrece un mejor resultado pues hace que la masa crezca más rápido.
En algunos países se puede encontrar también bajo el nombre de harina para bizcochos, pasteles, kekes, buñuelos, turrones, pan.
En el caso de la harina sin preparar es la más versátil, pues con ella se elaboran empanadas, salsa blanca, platos que no generen reposo, entre otras delicias. Se caracteriza porque no contiene levadura. En caso se requiera implementar este ingrediente, lo puede hacer, siempre dejándolo reposar para que su efecto sea mucho más rápido.
¿En qué recetas usar cada una?
La maicena y la harina aportan diferente textura, sabor y grosor a la preparación. La primera es recomendada para espesar cremas y bebidas, como el atole (popular en España), mientras que la segunda se utiliza en la repostería. Sin embargo, la maicena sí puede ser reemplazada por harina en caso se haya terminado.
Se usa en la cocina para hacer panes, alfajores, natillas, flanes, tortitas o pancakes, entre otras delicias.
En el caso de la harina preparada se emplea para bizcochos, pasteles, kekes, buñuelos, turrones, pan y la sin preparar en empanadas, salsa blanca, platos que no generen reposo, entre otras delicias.
¿Qué preparar con maicena?
Aquí te dejamos una deliciosa receta que es muy popular en países como Argentina y Uruguay.
1. Alfajores de maicena caseros
Ingredientes:
- 300 g de maicena
- 150 g de harina
- 16 g de polvo para hornear
- 200 g de manteca
- 100 g de azúcar impalpable
- 3 yemas de huevo
- Esencia de vainilla
- Dulce de leche o manjar blanco
- Coco rallado
Preparación:
- En la procesadora agregar el azúcar, la manteca, las yemas y la esencia de vainilla. Mezcla hasta que se convierta en una crema. Luego incorporar la harina, la maicena y el polvo para hornear. Integrar bien.
- Volcar la preparación sobre papel film y presionar con los puños (sin amasar). Si la masa está blanda por el calor de las manos, llévala a la heladera hasta que tome cuerpo.
- Estirar la masa con un rodillo sin quitarle el papel film.
- Con la ayuda de cortantes circulares, que pueden ser bocas de vasos o copas, corta discos pequeños y finos. Colócalos en planchas sin enmantequillar y cocínalos a horno medio precalentado bajo de unos 10 a 15 minutos. Notarás que están listo cuando se pongan dorados.
- Colocar en una de las tapas un poco de dulce de leche. Cúbrelo con otra tapa. Luego pasa el dulce de leche alrededor del alfajor y hazlo rodar sobre coco rallado o azúcar impalpable.
FICHA:
Dificultad: Media
Tiempo: 45 minutos
Porciones: 4
¿Qué preparar con harina?
1. Bizcocho de naranja
Ingredientes
- 1 yogur natural (125 g)
- 1 naranja
- 4 huevos
- 300 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra
- 1 sobre de levadura en polvo
- Mantequilla
Preparación
- Ralla la piel de la naranja sin llegar a la parte blanca, ya que tiene un sabor amargo. Exprime la naranja.
- Bate el azúcar y los huevos en un bowl hasta que casi tripliquen su volumen.
- A continuación, añade a la mezcla el yogur natural, la ralladura de la naranja, los 35 mililitros de zumo de naranja y el aceite de oliva virgen extra poco a poco. Mezcla bien.
- Incorpora la harina cernida y la levadura en polvo y mezcla con una espátula y movimientos envolventes hasta conseguir una masa sin grumos.
- Vierte la masa en un molde previamente engrasado con mantequilla (o aceite) y hornéalo durante 30 minutos aproximadamente en el horno precalentado a 180 ºC.
- Sácalo del horno y deja enfriar antes de desmoldarlo.
Harina preparada
Esta es la recomendada para la repostería y para poder elaborar los deliciosos queques, magdalenas o tortas. Esta harina es leudante porque contiene entre sus ingredientes levadura seca, lo que permite la elaboración de distintos postres. Ofrece un mejor resultado pues hace que la masa crezca más rápido.
En algunos países se puede encontrar también bajo el nombre de harina para bizcochos, pasteles, kekes, buñuelos, turrones, pan.
Harina sin preparar
Esa conocida mundialmente como la harina todo uso y la más versátil, pues con ella se elaboran empanadas, salsa blanca, platos que no generen reposo, entre otras delicias. Se caracteriza porque no contiene levadura. En caso se requiera implementar este ingrediente, lo puede hacer, siempre dejándolo reposar para que su efecto sea mucho más rápido.
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
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