Las frutas, qué duda cabe, son alimentos saludables y deben consumirse diariamente. Sin embargo, las cáscaras también tienen muchos beneficios y aquí te indicamos por qué no debes deshacerte de ella.
Las frutas deben ser incluidas todos los días en la alimentación de las personas, pues cuentan con una infinidad de beneficios para nuestra salud. Según recuerda Eliana Reyes, nutrióloga e integrante del programa de Obesidad y Diabetes de la Clínica Universidad de los Andes, “son ricas en fibra, vitaminas, minerales, agua y antioxidantes”.
Lo que muchas personas hacen al momento de consumir las frutas es botar las cáscaras, sin tener en cuenta que son igual de saludables que estos alimentos. Conoce por qué no debes botar a la basura desde ahora, según las recomendaciones de La Vanguardia.
¿Por qué debes conservar las cáscaras de las frutas?
Aliadas de la digestión
Si presentas problemas de digestión, de acuerdo con el sitio web, puedes utilizar las cáscaras de naranjas para reducir los niveles de colesterol y problemas respiratorios. Eso sí deberás lavarla correctamente antes de emplearla para infusiones o mermeladas.
Protegen tu sistema nervioso
La cáscara de la palta, o aguacate, puede ayudar a proteger tu cuerpo de enfermedades cardiovasculares y sirve dr gran ayuda para bajar el colesterol. Su piel, según La Vanguardia, tiene “casi el doble de contenido en antioxidantes que la carne del fruto”.
Puedes emplear la piel de la palta, por ejemplo, para un té que servirá para aliviar las molestias estomacales, según kiwilimón.
Contra el insomnio
Las cáscaras de las cerezas pueden regular el sueño de las personas, gracias a la melatonina, que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo.
¿Qué debes tener en cuenta antes de consumir las frutas o vegetales?
Sigue estos consejos de Food & Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, antes de ingerir frutas y verduras.
- Desechar toda parte dañada o golpeada antes de preparar y comer.
- Frotar suavemente los alimentos, mientras los enjuagas bajo un chorro de agua.
- Lavar los productos frescos antes de pelarlos para que las bacterias no se transfieran del cuchillo a la fruta o el vegetal.
- Usar una escobilla para limpiar las verduras y frutas duras como melones y pepinos.
- Secar las frutas y verduras con una toalla de tela o de papel para reducir la bacteria que aún esté presente.
- Desechar las hojas externas de las cabezas de lechuga o repollo.
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