El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha tomado una decisión sin precedentes: someter a algunos de sus empleados a pruebas de polígrafo en un esfuerzo por identificar a los responsables de filtrar información confidencial sobre redadas y operaciones federales contra inmigrantes indocumentados. Esta medida, calificada como extrema dentro de la agencia, refleja el nivel de preocupación por las consecuencias que estas filtraciones han tenido en la efectividad de las operaciones migratorias.
¿QUÉ SE BUSCA CON LAS PRUEBAS DE POLÍGRAFO?
Según un informe de Bloomberg Government, las pruebas de polígrafo buscan esclarecer cómo se filtró información estratégica que habría permitido a algunos inmigrantes evitar la detención. La secretaria del DHS, Kristi Noem, ha señalado que estas filtraciones han socavado la capacidad del gobierno para ejecutar su política migratoria de manera efectiva, provocando una disminución en el número de detenciones proyectadas.
Kristi Noem es la secretaria del DHS (Foto: AFP)
/ Noem ha contado con el respaldo de Tom Homan, el llamado “zar de la frontera” en la administración de Donald Trump, quien también expresó su preocupación por el impacto directo de estas filtraciones en la seguridad nacional. La difusión anticipada de información sobre redadas habría permitido que muchos inmigrantes tomaran medidas para evadir a las autoridades, debilitando los esfuerzos de control migratorio.
Kristi publicó un video en X (antes Twitter) en el que aseguró que ya han identificado a dos personas responsables de las filtraciones y se procederá legalmente contra ellas. Además, afirmó que estas acciones “no solo afecta los resultados de nuestras operaciones, sino que también compromete la integridad y seguridad de nuestros equipos”.
SE HA HECHO PRUEBAS A VARIAS AGENCIAS VINCULADAS AL DHS
Lo que resulta aún más alarmante es la magnitud de las pruebas de polígrafo, que no se han limitado a una sola dependencia. Fuentes citadas por NBC News aseguran que empleados de varias agencias bajo la jurisdicción del DHS también han sido sometidos a estas evaluaciones. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho público cuántos funcionarios han sido examinados ni si se han identificado más sospechosos.
El uso de polígrafos ha alcanzado a empleados de varias agencias vinculadas al DHS (Foto: AFP)
El uso de pruebas de polígrafo en el gobierno federal no es nuevo, pero su aplicación en el contexto migratorio marca un cambio radical en la estrategia del DHS. La decisión de Noem refleja una postura de tolerancia cero ante las filtraciones y la necesidad de restaurar el control operativo en las redadas. La secretaria ha sido clara en que las medidas adoptadas son solo el comienzo de una investigación más profunda para evitar que esta situación se repita.
A pesar de las críticas y la controversia generada, el DHS parece decidido a mantener el rumbo. Noem ha señalado que las investigaciones continuarán y que el uso de polígrafos podría extenderse si se considera necesario. El mensaje desde el DHS es claro: las filtraciones no serán toleradas y quienes las realicen enfrentarán consecuencias legales y disciplinarias severas.
