Ayotzinapa: ¿Cómo unos fusiles alemanes terminaron vinculados?
Ayotzinapa: ¿Cómo unos fusiles alemanes terminaron vinculados?

"Está comprobado que las usaron", dice tajante a BBC Mundo el periodista alemán Wolf Dieter Vogel.

Se refiere a fusiles de asalto G36 que la empresa alemana Heckler & Koch vendió a entre el año 2006 y 2009 .

La compañía , una de las líderes del mercado global, está acusada de exportar esas armas de forma ilegal y seis de sus exempleados enfrentan cargos por ello.

El reportero insiste en que varias de las sofisticadas G36, preciadas por su precisión y efectividad,terminaron en manos de la policía de Iguala , en el sureño estado de Guerrero, contradiciendo así el Acta para el Control de Armas de Guerra de Alemania.

Y no solo eso. Asegura que los agentes las utilizaron el 26 de septiembre de 2014, la fatídica noche en la que murieron seis personas y desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de .

"Además, unos policías detenidos declararon que portaban esas armas, y dijeron explícitamente que el agente que está en la cárcel por participar en el homicidio del estudiante Julio César Mondragón— cuyo cadaver fue encontrado al día siguiente, desollado y sin rostro— cargaba una G36", añade.

" Todo esto está confirmado por los expedientes de (el caso) Ayotzinapa ".


El periodista alemán Wolf Dieter Vogel asegura que todo está confirmado en los expedientes del caso Ayotzinapa.

El periodista alemán Wolf Dieter Vogel asegura que todo está confirmado en los expedientes del caso Ayotzinapa.

También lo corrobora el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, una institución que ayuda legalmente a los padres de los desaparecidos y que tiene acceso a los expedientes.

"En efecto, algunas de las armas decomisadas a las policías de Iguala en septiembre de 2014 parecen ser de las mismas por las que H&K ha sido investigado y por las que algunos de sus empleados enfrentan cargos", dice a BBC Mundo la representante del Centro María Luisa Aguilar.

Informador

El primero que puso el ojo sobre el caso fue el activista antiarmas alemán Jürgen Grässlin .

Es profesor a tiempo completo en Frigurgo y en 1992 fundó la RüstungsInformationBüro (Oficina de Información de Armamentos), una organización pacifista.

Grässlin supo de las exportaciones de Heckler & Koch a México en 2009, cuando un empleado de la empresa cuya identidad quiere proteger le habló de ellas .


Varios ejércitos utilizan el fusil G36, entre otros los de Alemania, España y Lituania.

Varios ejércitos utilizan el fusil G36, entre otros los de Alemania, España y Lituania.

El informador es hoy un testigo clave del juicio.

"Estaba muy nervioso", recuerda Grässlin a BBC Mundo.

En un principio él mismo se mostró receloso, reconoce el pacifista. Creyó que podía ser un intento de Heckler & Koch para espiarlo.

Y es que en sus 30 años como activista antiarmas ha escrito varios libros e incontables artículos sobre la industria armamentística alemana.

"Pero nos reunimos varias veces más, me enseñó documentos, fotografías y datos, y finalmente le creí", cuenta Grässlin.

" Me dijo que su compañía estaba exportando la mitad de 10.000 fusiles G36 a unos estados a los que no estaba permitido hacerlo ".

La ley alemana prohíbe la venta de armamento a zonas en conflicto, y algunos estados federados mexicanos están incluidos dentro de esa clasificació n debido a la violencia relacionada con el narcotráfico.

Tras todas las conversaciones con el confidente, en abril de 2010 Grässlin presentó cargos contra Heckler & Koch por envíos ilegales de G36 de Alemania a México.

La demanda no tuvo mayor recorrido hasta que los medios alemanes empezaron a cubrir el caso.


El arma, de calibre 5,56 milímetros, es apreciada por su precisión.

El arma, de calibre 5,56 milímetros, es apreciada por su precisión.

Fue entonces cuando salió a la luz que a principios del 2000 la Dirección de Comercialización de Armamentos y Municiones (DCAM), el organismo de la Secretaría de Defensa Nacional de México que se encarga de adquirir armas y municiones y distribuirlas entre las fuerzas del país, mostró interés en adquirir los fusiles de asalto G36 de Heckler & Koch.

Permiso con excepciones

El arma de calibre 5,56 milímetros y diseñada en la década de 1990 la utilizan varios ejércitos, entre otros los de Alemania, España y Lituania.

Para poder realizar el primer envío de 2.020 fusiles, la empresa armamentística solicitó un permiso de exportación.

Y la Oficina Federal de Exportación se lo aprobó, aunque con la condición de que el destino final de las armas no fuera Chiapas, Chihuahua, Guerrero y Jalisco , cuatro estados que la ley alemana considera zonas en conflicto.

"Para conseguir un permiso de exportación (de armas en Alemania) la empresa necesita del cliente, en este caso la DCAM, una declaración del destino final", explica el periodista Wolf Dieter Vogel a BBC Mundo.

"Con esta declaración el cliente confirma que las armas compradas solamente llegan al lugar fijado en el documento", señala.


La ley alemana de armas considera zonas de conflicto algunos estados de México.