Un operativo para evacuar a miles de civiles y rebeldes del último bastión insurgente de la ciudad siria de Alepo continuaba el jueves, a pesar de un ataque lanzado por fuerzas partidarias del Gobierno contra una caravana de unidades de rescate.
Mientras buses y ambulancias avanzaban hacia el enclave sitiado, el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que habían comenzado los esfuerzos para evacuar a cerca de 200 personas heridas, parte de un acuerdo de cese al fuego más amplio.
Rusia, un importante aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, dijo que ya había empezado la evacuación de 5.000 rebeldes sirios y de sus familias del este de Alepo y que el primer convoy ya había dejado la ciudad.
Previamente, las ambulancias que intentaban evacuar personas fueron el blanco de disparos de combatientes leales al Gobierno sirio en un incidente dejó tres heridos, afirmó un portavoz del servicio de rescate.
La evacuación del último enclave rebelde de Alepo pondrá fin a años a combates en la ciudad y constituye una victoria crucial para Assad.
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Por su parte, el responsable humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, dijo que se dedicarán a “supervisar, asistir en la evacuación que tiene lugar desde los enclaves que permanecen bajo control de los grupos armados de la oposición" en Alepo oriental. "Estamos en disposición de ayudar a 50.000 personas", agregó.
"Miles de personas necesitan ser evacuadas, pero la prioridad más urgente la tienen los heridos, los enfermos y los niños, incluyendo los huérfanos", dijo Egeland.
Un testigo de Reuters dijo que en la parte de la ciudad controlada por el Gobierno se veía una columna de humo negro elevándose desde el sector que estaba en manos de los insurgentes.
Residentes que esperan ser trasladados han estado quemando sus pertenencias personales que no pueden llevar con ellos y que no desean que queden en poder de las fuerzas del Gobierno. "Fuera de cada edificio puede verse una pequeña fogata con papeles y ropa de mujeres", dijo uno de los residentes a Reuters.
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Soldados rusos se están preparando para sacar a los rebeldes de Alepo, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia. Siria ha garantizado la seguridad de los insurgentes y sus familias, que serían llevados hasta Idlib, una ciudad del noroeste que está fuera del control del Gobierno.
Rusia utilizará drones para monitorizar a los rebeldes y sus familias al momento de ser transportados en buses y ambulancias a través de un corredor humanitario, dijo el ministerio.
El acuerdo de evacuación incluye el traslado seguro de personas heridas desde las aldeas chiíes de Foua y Kefraya, cerca Idlib, que están sitiadas por los rebeldes, de acuerdo a una unidad del grupo libanés Hezbolá, aliado de Assad.
Un convoy partió el jueves para evacuar esas aldeas, de acuerdo a medios estatales sirios.
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Fuente: Reuters/EFE
