La ciudadana española Patricia Aguilar llegó a Lima en compañía de un bebé, hija suya de poco más de un mes, procedente de la selva peruana, donde fue encontrada por las autoridades del país andino durante un procedimiento contra la trata de personas.
Patricia Aguilar, buscada intensamente por sus familiares desde que en 2017 huyera de su hogar, y de quien se sospechaba había caído en las redes de una secta liderada por el peruano Félix Manrique, se encuentra ahora en la sede de la dirección policial contra la trata de personas en la capital de Perú, en donde se conduce una investigación sobre las circunstancias y condiciones de su vida en este período y sobre su llegada al país.
El procedimiento contra la trata se saldó con la detención de Manrique y con el traslado Patricia Aguilar y su bebé, así como de otros cuatro menores de edad y otras dos mujeres que formaban parte de la secta liderada por el peruano y que también era buscadas por sus familias.
Según pudo verse en imágenes de la televisión peruana, Patricia Aguilar y su hija se encuentran en buen estado de salud, así como el resto de los menores que quedaron en manos de las autoridades.
Aguilar fue ubicada en Satipo, en el corazón del Valle de los Rios Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM), uno de las zonas peligrosas de Perú, dominada por el narcotráfico.
La joven española se marchó de su casa de Elche, España, el 7 de enero de 2017, apenas cumplidos los 18 años.
La familia de Patricia Aguilar comenzó una búsqueda y pronto denunció que había caído en manos de la secta liderada por Manrique, si bien la propia joven se presentó en varios medios de comunicación donde afirmó que se encontraba junto a Manrique por su propia voluntad.
Fuente: EFE