En el marco de la invasión de tropas rusas a Ucrania, el secretismo que envuelve a las hijas de Vladimir Putin las puso en el ojo de la tormenta. Mariya y Katerina, quienes fueron sancionadas junto a su padre por Estados Unidos y el G7 por las atrocidades cometidas contra el pueblo ucraniano, ni siquiera tienen el mismo apellido que el presidente ruso.
El Kremlin nunca ha siquiera confirmado oficialmente sus nombres ni la filiación. Tanto Mariya como Katerina son fruto del matrimonio que Putin tuvo con Lyudmila Putina, de quien se divorció en 2013. En Moscú la respuesta oficial es que no se comenta sobre la vida de los familiares del presidente.
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Sin embargo, el estallido que ha generado la guerra en Ucrania ha revuelto tanto el pasado del presidente ruso como el de sus hijas. Si bien las versiones han trascendido a lo largo de los años, se sabe que las herederas de Putin han pasado su vida entre Rusia y Europa Occidental. Profesionales, conservan una posición alta en el mundo de los negocios y la elite rusa, además de contar con un poder económico significativo.
Una foto que muestra a Vladimir Putin hace más de 30 años con sus hijas en brazo se volvió viral estos días. La imagen se trata de una de las únicas que existen del presidente ruso junto a sus herederas, quienes se criaron en un clima de hermetismo casi absoluto.
El recuerdo de Putin
“Están dando los primeros pasos en sus carreras, pero están progresando. No se han involucrado en el mundo de los negocios o en la política”, dijo Putin, la única vez que habló de ellas durante una conferencia de prensa en 2015.
“Ellas viven en Rusia. Y no se han educado en ninguna otra parte que no sea en Rusia”, afirmó, en medio de versiones que indican los contrario. “Estoy orgulloso de ellas. Continúan estudiando y trabajando y hablan tres idiomas europeos con mucha facilidad”, expresó.
Mariya Vorontsova, de 36 años, la mayor, nació en cambio en Leningrado, que ahora se conoce como San Petersburgo. Katerina Tikhonova, de 35 años, es la hija menor del mandatario. Según cita El Mundo de España, nació en Dresde, Alemania Oriental, mientras Putin se desempeñaba como espía de la KGB, la policía política soviética.
Tras la caída de la Unión Soviética, la familia se instaló en Leningrado. Pese a los dichos de Putin, se afirma que ambas fueron enviadas a Alemania para recibir gran parte de su instrucción. Mathias Warnig, un exagente del órgano de inteligencia de la exRepública Democrática Alemana, fue asignado a su cuidado.
La mayor de las hijas de Putin cumplirá 37 años el 28 de abril. Según señala Bloomberg, es médica y dirige un centro de Inteligencia Artificial (IA) en la Universidad Estatal de Moscú. Está casada con Jorrit Faasen, un empresario holandés, relacionada a la compañía rusa Stroitransgaz. Ambos vivieron durante varios años en Voorschoten, una exclusiva zona cerca de La Haya.