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El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, defendió en una entrevista publicada hoy en Alemania su política de mano dura en la crisis de los refugiados.
"Tienen que volver al lugar de donde vinieron. Estos migrantes no vienen de una zona de guerra sino de campamentos en los Estados vecinos a Siria: del Líbano, Jordania y Turquía. Allí estaban seguros. Esta gente no huye del peligro, ya huyeron de él y no tienen que temer por su vida", argumentó Orban, quien mandó erigir una valla en la frontera con Serbia.
El político nacionalista de derechas amenazó con deportar a los que lleguen a su país en busca de refugio, en una entrevista que publica hoy el tabloide alemán "Bild".
"Esta gente no llega a Europa buscando seguridad sino porque quieren una vida mejor que en los campamentos. Quieren una vida alemana, quizás sueca (...) Personalmente lo puedo entender. Pero hay algo que está claro: mo existe el derecho a una vida mejor, sino el derecho a seguridad y dignidad humana".
El viaje de la mayoría de refugiados este verano (boreal) a Europa es a través de Turquía a Grecia y de allí emprenden la llamada "ruta de los Balcanes" por territorio de Hungría hacia el occidente europeo.
Según el acuerdo de Dublín, los refugiados sólo pueden solicitar asilo a su entrada a la UE. El primer país de la Unión Europea al que llegan es Grecia. Sin embargo, los refugiados continúan su viaje con el objetivo de llegar a Alemania o Suecia.
Orban criticó la decisión de la canciller alemana Angela Merkel de permitir el fin de semana pasado que los refugiados en Hungría viajasen a Alemania sin ser registrados.
"Este anuncio causó una revuelta en Hungría. Los migrantes se escaparon de los centros de acogida, atacaron a policías. Se negaron a ser registrados como estipulan las reglas de la UE. Antes nuestras autoridades tenían la situación controlada, si bien con mucho esfuerzo", afirmó.
El primer ministro anunció que presentará en la próxima reunión de la UE un plan para otorgar fuerte respaldo financiero a Turquía, Jordania y Líbano, que acogen a millones de sirios.
Orban propondrá "que cada país destine un uno por ciento más al presupuesto de la UE (...) Esto aportaría unos 3.000 millones con los que podríamos apoyar a los Estados vecinos de siria. Y si hace falta más dinero, les ayudamos hasta que se agote el flujo migratorio".
"Nosotros los europeos deberíamos decir una misa cada semana por el presidente (turco Recep Tayyip) Erdogan, independientemente de las ideas políticas".
El mandatario húngaro reveló que es "personalmente un admirador del islam" y que daría alojamiento a una familia “si los inmigrantes no tomaran eso como un estímulo para venir a Europa. Eso no sería aconsejable en este momento". Dijo que su esposa e hijos ya estaban ayudando activamente a los refugiados.
Fuente: DPA/
