Ginebra (EFE)
Más de 4.000 inmigrantes han muerto en lo que va de año intentando llegar a un país desarrollado tras huir de una realidad de violencia y pobreza, según el informe "Viajes letales" publicado hoy por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
De estas 4.000 personas, el 75% perecieron cruzando el Mediterráneo en un intento desesperado por alcanzar las costas de Europa, y 230 murieron en el empeño por cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
"La cifra de 3.000 inmigrantes que han perdido la vida intentando cruzar el Mediterráneo es la mayor jamás registrada desde que se tienen estadísticas. Recordemos, además, que sólo estamos en septiembre", afirmó en rueda de prensa el director de la división de investigación de la OIM, Franck Laczko.
Con respecto a las rutas de entrada a Europa usadas por los inmigrantes, en el 2013 se detectaron 283 cruces desde África Occidental a las islas Canarias, 6.838 entradas a España desde Marruecos y Argelia, 40.304 entradas a Italia desde Túnez y Libia, 19.951 entradas a Croacia desde Bosnia y 24.799 entradas a Rumanía y Bulgaria desde Turquía.
En América, la patrulla fronteriza estadounidense ha registrado la muerte de 230 inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, cuando el año pasado fueron en total 445.
"Se ha notado un descenso en el número de muertes en la frontera entre Estados Unidos y México, sin que la causa directa de este declive se sepa con certeza, dado que intervienen muchos factores, como las políticas migratorias, la situación en los países de origen, las condiciones meteorológicas, etc.", dijo Laczko.
Al tiempo, recordó que un informe de inspección elaborado por el propio Gobierno estadounidense reveló que las cifras aportadas por la patrulla fronteriza estadounidense eran entre un 25 y un 30 por ciento más bajas que las reales.
"Lo que hay que tener claro es que, respecto a los intentos de entrada, estamos hablando de cientos en Estados Unidos y de miles en Europa", puntualizó.
Con respecto al origen de los inmigrantes que perecieron este año en el mundo, el 30% provenían de África Subsahariana, el 23 de Medio Oriente y norte de África y el 12% eran originarios de países del Cuerno de África.
Siria y Eritrea fueron los principales países de origen.
Según los datos recopilados por los expertos de la OIM, el número aproximado de inmigrantes que han muerto desde el año 2000 intentando cruzar una frontera irregularmente supera los 40.000.
Los datos recopilados por la OIM reflejan que unos 22.000 inmigrantes han perdido la vida intentando alcanzar Europa desde el 2000 y más de 6.000 han muerto desde 1998 al querer cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Las cifras, sin embargo, se consideran una estimación a la baja, pues los expertos calculan que por cada cuerpo de un inmigrante muerto recuperado, hay dos que nunca se encontraron.
Esta situación se debe al hecho de que no hay ninguna institución que se dedique a llevar a cabo estos registros de forma global y a que muchos de los gobiernos implicados no tienen ningún interés en recolectar esos datos y menos en hacerlos públicos.
Según el informe de la OIM, el 70% de las muertes registradas en lo que va de este año se refieren a personas cuyos cadáveres nunca fueron recuperados en el mar y, en la mayoría de los casos, ni tan siquiera se supo si eran mujeres u hombres.
Ante esta realidad, la OIM solicitó a los Estados miembros que registren todas las muertes de inmigrantes que ocurran en sus fronteras y que, a falta de identificación, tomen pruebas de ADN para, eventualmente, poder reconocerlos con la colaboración de sus familiares.
"Debemos poner un rostro, un nombre a cada mujer y a cada hombre muerto", aseveró el experto.
A falta de colaboración estatal, la OIM propuso que se cree una institución independiente en cada país para que recolecte información de todos los casos y, en el caso de la Unión Europea, abogaron por la creación de un organismo continental.