¿Qué tan posible es un alto el fuego permanente entre Israel y Hamas?

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El acuerdo de tregua, de carácter humanitario, significó un alto a los intensos bombardeos e incursiones terrestres de las fuerzas israelíes en el enclave palestino. Ese territorio quedó reducido a escombros tras la ofensiva lanzada por el país hebreo en represalia a la masacre perpetrada por Hamas el 7 de octubre en Israel.

El cese al fuego temporal permitió la liberación de más de 100 rehenes en manos de Hamas en Gaza y la excarcelación de presos palestinos en Israel. Mientras siguen las conversaciones para acordar una nueva prórroga, las dudas se centran en la viabilidad de una tregua permanente, sobre todo porque decenas de civiles, entre israelíes y extranjeros, siguen secuestrados por los terroristas y la llegada de ayuda humanitaria a Gaza sigue siendo urgente.

La tregua entre Israel y Hamas, que entró en vigor el 24 de noviembre, debía terminar el jueves por la mañana tras una primera prórroga de dos días. El pacto que permitió un séptimo día de tregua se alcanzó a último minuto, después de que el grupo palestino cumpliera con entregar una lista de al menos 10 rehenes que serían liberados en la jornada.

El alto el fuego se derrumbó el viernes por la mañana, con Israel y Hamas culpándose mutuamente por el colapso de la frágil tregua.

El internacionalista Francisco Belaunde Matossian hace un balance positivo de los días de tregua en el aspecto humanitario, pero destaca que se vive cierto grado de incertidumbre a raíz de estas pausas momentáneas al conflicto. “Lo que está buscando gran parte de la comunidad internacional es que eso se vaya prolongando hasta que pueda convertirse eventualmente en un cese el fuego, pero el escenario en Israel es complejo”, dice a El Comercio.

El primer ministro del país hebreo, Benjamin Netanyahu, sido claro en que no desistirá de su objetivo de eliminar a Hamas y que el final de la tregua significa la reanudación de los combates en el sur del enclave palestino.

Por eso, Belaúnde considera que lograr un alto el fuego permanente es muy complicado, principalmente porque los israelíes quieren acabar con Hamas y la presión sobre Netanyahu es muy alta.

“Los que más están presionando para que se retome la ofensiva son los socios más radicales del gobierno de Netanyahu y los militares que dicen que se puede perder el momento favorable para continuar la guerra y acabar con sus objetivos”, dice el experto.

A la vez, las familias de los rehenes han dicho desde el inicio de la guerra que lo principal es que los secuestrados regresen a salvo y que el gobierno debe negociar con Hamas para lograrlo.

“La presión sobre el gobierno, incluso con manifestaciones, ha sido enorme desde el principio de la guerra. Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional también ha presionado en ese sentido y en gran parte sigue insistiendo para que siga el alto el fuego. Netanyahu tiene sobre él una enorme presión”, añade Belaúnde.

Como principal aliado de Israel, Estados Unidos un papel crucial. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, instó ayer a prolongar la tregua entre Hamas e Israel.

“Está claro que queremos que este proceso siga avanzando. Queremos un octavo día y más”, declaró el funcionario a la prensa en Tel Aviv, tras reunirse con los máximos dirigentes de Israel y de la Autoridad Palestina, en Cisjordania ocupada.

Además, pidió a Israel a crear zonas “seguras” para los civiles de la franja de Gaza en caso de reanudación de la guerra.

Israel “debe poner en marcha planes que minimicen las muertes de palestinos inocentes” y “delimitar de forma clara y precisa zonas y lugares del sur y el centro de Gaza donde puedan estar seguros y al margen de la línea de fuego”, agregó Blinken.

Para Belaúnde, el mayor reto de Netanyahu es lidiar entre presiones opuestas. “Más aún considerando que él sabe que su propio cargo está en entredicho, él sabe que cuando esto termine su cabeza muy probablemente va a rodar”.

Belaúnde señala que lo único seguro ahora es que cuando se reanude la guerra la crisis humanitaria en la franja de Gaza nuevamente va a empeorar, lo que podría maximizar el conflicto.

“La situación en Gaza ahora es muy grave, pero va a ser incluso peor y va a tener consecuencias. Hasta el momento la guerra no se ha extendido, pero si la crisis humanitaria se agrava el conflicto podría crecer, sobre todo porque a lo que ocurre en Gaza hay que agregarle la situación en Cisjordania, donde las tensiones han aumentado”, apunta.

Tres personas murieron y ocho resultaron heridas en un ataque perpetrado por dos palestinos afiliados a Hamas en una parada de autobús en el oeste de Jerusalén, según la policía israelí, que agregó que los atacantes “fueron abatidos”.

Dos soldados israelíes resultaron heridos en otro ataque en un puesto de control en Cisjordania ocupada, según el ejército. El agresor también fue “abatido”.