Las mujeres kamikaze que se inmolaron por el islam

Una nueva era se abre en Francia luego que Hasna Aitboulahcen, de 26 años, tomara la decisión de detonar su cinturón de explosivos para no ser capturada este miércoles durante el asalto policial en Saint Denis, París. Con ello se ha unido a una larga lista de mujeres kamikazes.

Cuando los policías derribaron hoy la puerta del apartamento al norte de París en el que se encontraba junto a cuatro hombres, la joven mujer optó por hacerse explotar. "En este caso, es sobre todo una prueba de determinación", explica a la AFP Fatima Lahnait, investigadora y autora del informe "Mujeres kamikazes, la yihad en femenino". 

"El adoctrinamiento y el reclutamiento son tales que prefirió morir antes que ser detenida. Haciendo esto contribuye a la lucha. Y el sexo poco importa. Pero el hecho de que sea una mujer seguramente multiplicará el impacto de su acto en la sociedad", afirma.

El recordado líder terrorista jordano de Al Qaeda en Iraq (AQI), Abu Musab Al Zarqaui dio un paso al frente en la interpretación del papel que cumple la mujer en la yihad, con ello daba la contra a los preceptos de la red de Bin Laden. En julio de 2005, antes del caso Muriel Degauque, Al Zarqaui difundió un audio de una hora recogido por el grupo de inteligencia Site, donde expresaba: "La mujer yihadista es la mujer que cría a sus hijos para unirse a la yihad, para luchar y morir por la yihad". 

"Me lamento por la situación de la nación, diciéndome a mí mismo que no hay hombres suficientes para las operaciones, lo cual empuja a las mujeres a reclamar su honor...", dijo el jordano mientras el egipcio Al Zawahiri, número dos de Bin Laden, seguí negando cualquier intervención en la yihad combativa.

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¿Por qué el Estado Islámico sigue el camino abierto de Al Zarqaui en su visión de las mujeres? El jordano fue el gran impulsor de la rama iraquí de Al Qaeda, pese a su muerte por un proyectil estadounidense en 2006. Para el año 2010, el iraquí de Samarra Abu Bakr al Bagdadi se hizo con las riendas de AQI, que pasaría a ser Estado Islámico de Iraq y Levante (ISIS) y más tarde Estado Islámico (EI), esta última organización es la responsable de los últimos ataques en París y sospechoso de comandar a la mujer que este miércoles hizo estallar su carga en el municipio francés de Saint-Denis.  

Durante los dos últimos años varias mujeres han alcanzado las "tierras de la yihad" siria o iraquí, pero son pocas las que han optado por el martirio.

- 'Deseo de muerte' -

Si bien prefirió la muerte a la rendición, la kamikaze de Saint-Denis no eligió perpetrar un atentado suicida contra los franceses, a diferencia de quienes detonaron sus explosivos el viernes 13 en París.

"La religión musulmana condena formalmente el suicidio", escribe Lahnait. "Pero esto ha sido frecuentemente soslayado, en particular por libaneses, palestinos, Al Qaeda o chechenos", explica.

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En 1985 una libanesa de apenas 16 años, Sana Jyadali, precipitó su auto cargado de explosivos contra un convoy israelí y se convirtió en la primera de una larga lista de mujeres candidatas al martirio en su país. También las hubo en Israel, Turquía, India, Pakistán, Uzbekistán, Chechenia e Iraq. 

- 'Inclusive niñas' -

Entre ellas figura la iraquí Sajida al Rashawi, quien intentó hacerse explotar entre los invitados a una boda palestina en un gran hotel de Ammán, la capital de Jordania. Tras la muerte del piloto jordano Maz al Kasasbeh, quemado vivo en una jaula por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), fue ahorcada en febrero pasado.

"Sobre todo son mujeres y niñas que vengan así la muerte de sus maridos o padres, caídos en enfrentamientos con el ejército nigeriano", explica a la AFP Marc-Antoine Pérouse de Montclos, investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD).

Si bien los imanes de los grupos yihadistas prometen a los candidatos al martirio las delicias del paraíso, en particular las famosas 72 vírgenes, no hay nada de esto para las mujeres kamikazes: "Lo que pueden prometerles es reencontrarse en el paraíso con un ser querido, un marido desaparecido, por ejemplo", precisa Fatima Lahnait.

Desde el caso de Sana Jyadali  hasta 2006, "más de 220 mujeres kamikazes se han sacrificado, lo que representa casi el 15% del total de los contabilizados", precisa Lahnait en su informe.