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El secretario general la OEA, Luis Almagro, solicitó el jueves la creación de un "grupo de países amigos" que ayude a Venezuela a superar su grave crisis política y económica, una propuesta menos radical a la que hizo previamente de votar la suspensión de la nación petrolera del organismo hemisférico.
El ex canciller uruguayo hizo el planteamiento en la apertura de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, convocada para discutir la aplicación de la Carta Democrática sobre Venezuela. La sesión cerró sin adoptar algún tipo de medida para atender la situación venezolana.
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Para esta cita estaba previsto inicialmente que las 34 naciones que integran la OEA votaran a favor o en contra de la activación de la Carta y, si dos tercios apoyaban la medida, Venezuela sería la segunda nación después de Cuba en ser suspendida en la historia del organismo.
Sin embargo, Almagro bajó el tono el jueves y al inicio de la sesión aseguró que "el objetivo es no castigar ni sancionar a Venezuela".
"Estamos aquí para apoyar a un Estado miembro y ayudarlo a volver al camino de la democracia. En ese sentido, apoyo la idea de que se constituya un grupo de países amigos de la OEA", dijo.
Por su parte, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó la mediación de la OEA y la calificó como injerencia: "Esta organización no puede convertirse en un tribunal donde el secretario general es parte, fiscal y juez".
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— “El lado correcto de la historia” —
En su presentación en Washington, Almagro describió una crisis política, constitucional, económica y humanitaria en Venezuela, ante la cual pidió al Consejo Permanente “mantenerse del lado correcto de la historia y defender a un pueblo que necesita voz".
"El Consejo Permanente debería tomar las medidas necesarias para atender a la crisis humanitaria sin precedentes e innecesaria que sufre Venezuela (...), expresarse claramente sobre los prisioneros políticos (...) y apoyar la voluntad del pueblo venezolano en su llamado a un referendo revocatorio", afirmó Almagro.
"Estimo que existe una grave alteración del orden constitucional" y democrático en Venezuela, añadió. En tanto, la mayoría de los países latinoamericanos apoyó una propuesta de diálogo para solucionar la crisis del país caribeño.
Venezuela, miembro de la OPEP y otrora una de las naciones más prósperas de América Latina, sufre una profunda crisis con la inflación más alta del mundo, recesión económica y una tozuda escasez de alimentos y medicinas.
Ante ello, la oposición está embarcada en una campaña para revocar al presidente Nicolás Maduro a través de un referéndum, pero asegura que el árbitro electoral está dilatando el proceso para que no se realice este año y, así, asegurarse que sea el vicepresidente quien termine el mandato si el líder socialista es revocado.
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Fuente: Reuters/AFP
