El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, dijo en una cadena nacional de radio y televisión que la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero es una "nueva oportunidad" para reconciliar a su país.
"Tenemos ante nosotros una nueva oportunidad de hacer realidad el mensaje de vida de monseñor Romero y lograr la reconciliación y la unidad como hijos de un mismo pueblo. Que la palabra de san Romero nos ilumine y nos guíe", sostuvo Sánchez Cerén.
El mandatario, que se encuentra en El Vaticano para la ceremonia de canonización, llamó a los salvadoreños a vivir "con júbilo este acontecimiento histórico", que "marcará para siempre la vida" del país como los Acuerdos de Paz de 1992 que pusieron fin a 12 años de guerra civil.
"Con esta proclamación, la comunidad internacional rinde tributo a la labor y los valores de monseñor Romero al servicio de la humanidad" y "convoca a toda nuestra sociedad a una profunda reflexión para comprender que es urgente un ¡basta ya! a la violencia", añadió Sánchez Cerén.
Destacó que "la voz de los sin voz", como era conocido el arzobispo asesinado en 1980, "es una de las personalidades más grandes y universales en la defensa de los derechos humanos", y que será "el santo de los pobres, de los que sufren injusta persecución y de quienes exigen ser escuchados".
El papa Francisco declarará este 14 de octubre santo a Romero, conocido como "San Romero de América" desde hace muchos años y que se caracterizó por denunciar constantemente en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos".
El religioso fue asesinado por un escuadrón armado de la extrema derecha mientras oficiaba misa en la capilla del hospital de cáncer Divina Providencia de San Salvador, previo al estallido de la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
Fuente: EFE