Ciudad del Vaticano. El Vaticano se encuentra en una difícil disyuntiva luego que casi todas las monjas de una pequeña orden religiosa en Francia han amenazado con renunciar a sus promesas con tal de no aceptar la decisión de la Santa Sede de destituir a su madre superiora.
Las hermanas sostienes que los comisionados enviados por el Vaticano para reemplazar a la directora, quien además es sobrina de la fundadora de la orden, no entienden su estilo de vida ni su compromiso con la espiritualidad. La conclusión del Vaticano, incluida en un informe al que The Associated Press tuvo acceso, es que las Pequeñas Hermanas de María Madre del Redentor viven “bajo el régimen autoritario” de la madre superiora y sienten “un grave conflicto de lealtad” hacia ella.
Se trata de una extraordinaria pugna entre la jerarquía católica y el grupo de 39 monjas, la mayoría de las cuales son hoy mayores de 60 y 70 años, que administran albergues para ancianos en zonas rurales del oeste y sur de Francia. La amenaza de las religiosas de abandonar la congregación surge en momentos en un mal momento para la Iglesia, cuando se registra una estrepitosa caída en la incorporación de monjas en Europa y América.
La inusitada rebelión de las hermanas llevaba años en ciernes pero estalló en el 2017, cuando el Vaticano destituyó al liderazgo de la orden y ordenó la salida de la madre superiora, Marie de Saint Michel. El Vaticano dijo que tomó la medida luego que investigaciones de la Iglesia local en el 2010 y en el 2016 determinaron que la madre superiora gobernaba con un excesivo autoritarismo e incurría en graves fallas administrativas.
No se han revelado detalles sobre los presuntos abusos de autoridad, pero apenas dos años después de haber sido elegida esa madre superiora en el 2000, seis monjas habían renunciado, dicen fuentes eclesiásticas.
“Quedan denunciadas las graves acciones de madre Marie de Saint Michel y se hace un llamado a las hermanas a que vuelvan a una conducta religiosa y responsable", dijo el director de asuntos religiosos del Vaticano, el cardenal Joao Braz di Aviz, en una carta a las monjas en julio.
Para ese entonces Braz ya había nombrado a un delegado y dos subalternos para que se encarguen interinamente de administrar la orden. Pero las monjas rechazaron a la delegación y seguían considerando a la madre superiora como líder, incluso manteniéndola en su aposento.
A medida que se intensificaba la confrontación, 34 de las 39 monjas emitieron una extraordinaria carta abierta el mes pasado afirmando que no les quedaba otra opción que retirarse.
"No hacemos este sacrificio a la ligera”, escribieron las monjas. “Deseamos seguir en comunión total con la Iglesia pero no podemos expresar de manera más inequívoca, ni más penosa, nuestra incapacidad, a toda consciencia, de obedecer las órdenes que se nos han impartido”.
Las monjas han recibido algo de apoyo del exterior de un grupo francés llamado Asociación de Apoyo a las Pequeñas Hermanas de María que dice haber recabado 3.900 firmas en una petición online para que la madre superiora sea restituida y se retiren los supervisores interinos.
Fuente: AP