Una playa de ensueño que forma parte de un sueño colectivo. Cerca de 40.000 ciudadanos participaron en Nueva Zelanda en una campaña de recaudación de fondos para comprar una playa virgen.
En total lograron reunir US$1,7 millones para que la playa Awaroa, situada en el Parque Nacional Abel Tasman, sea de titularidad pública.
Los organizadores de la campaña rechazaron la ayuda de un empresario que ofreció dinero a cambio de tener acceso privado a una parte de la playa.
El paradisíaco lugar, que ocupa una superficie de siete hectáreas, ahora será convertido a un parque nacional.
El anterior propietario, el empresario Michael Spackman, accedió a venderla después de que la campaña recaudación de fondos lanzada en internet alcanzó su objetivo en un poco más de tres semanas.
La compra asegura que la playa permanecerá fuera de manos privadas.