En víspera del partido que sostendrán este martes 29 en la Copa del Mundo, Irán pidió que expulsaran a Estados Unidos de Qatar 2022. ¿La razón? La federación estadounidense quitó “el símbolo Alá de la bandera iraní” en una publicación de Instagram.
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Para los iraníes resultó intolerable, así que sacaron el libro de reglas: según su interpretación, “publicar una imagen distorsionada” de su bandera incumple con los estatutos de la FIFA, “por lo que una suspensión de 10 juegos es la sanción apropiada”.
En respuesta, el entrenador de EE.UU., Gregg Berhalter, declaró: “Los jugadores y el cuerpo técnico no sabían nada de lo que fue publicado [...] Algunas veces las cosas escapan de nuestro control [...] Lo único que podemos hacer es disculparnos en nombre de los jugadores y el equipo técnico”.
Puede que el reclamo parezca extravagante, pero no lo es si se tiene en consideración que ambas naciones sostienen una riña desde hace más de 40 años, al punto de que no existen relaciones diplomáticas entre los dos estados. En paralelo, las protestas en Irán -por la muerte de Masha Amini- no amainan, al punto que los mismos jugadores de Irán decidieron no cantar su himno nacional en su estreno en Qatar 2022.
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Al respecto, el analista Norberto Barreto recuerda que la enemistad entre ambos países data de 1953, cuando junto con los británicos, los estadounidenses complotaron para derrocar al primer ministro, Mohamed Mosaddeq. “Junto con la de Guatemala, fue una de las primeras operaciones secretas de la CIA. Así sacaban a los líderes que amenazaban sus intereses, como el petróleo o los plátanos, respectivamente”.
Lo que siguió fue que EE.UU. colocó en el poder al shá Reza Pahlevi, de forma que Irán se volvió “uno de sus principales aliados y compradores de armas”.
“Estados Unidos se hipotecó con ese régimen autoritario y represivo hasta la Revolución Islámica del 79. Allí fue que se le empezó a considerar el Diablo y pronto se dio la toma de su embajada y la crisis de los prisioneros”, dice Barreto.
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Y agrega: “Claro que hay más asuntos en la actualidad. Por ejemplo, se destaca que EE.UU. apoya a Israel, o el programa nuclear que se firmó durante la gestión del estadounidense Barack Obama, pero que luego Donald Trump desconoció. También están los que acusan a Irán de apoyar a Hezbollah, y de vender drones y prestar técnicos a Rusia para su invasión a Ucrania”.
Para el especialista es claro que a los estadounidenses no les interesa mucho el resultado de este partido. Sin embargo, para Irán significa mucho más. “Una victoria o una derrota sería muy importante para su nación, aunque habría que ver cómo reaccionan los jugadores iraníes”.
Durante el Mundial Francia 98, Estados Unidos e Irán chocaron en la fase de grupos. Según la FIFA, hubo rumores que indicaban, por ejemplo, que el equipo estadounidense sería víctima de un atentado. También se dijo que grupos iraníes antigubernamentales aprovecharían la ocasión para protestar. Nada de ello pasó. Eso sí: el organismo recuerda que desde las altas esferas de Irán se ordenó a sus jugadores que no saludaran a los de EE.UU. Sin embargo, lo que terminó por suceder fue un intercambio de flores, “como un gesto de paz antes de la victoria de los iraníes dos goles por uno". Finalmente, ninguna de las dos selecciones clasificó a la siguiente fase.