La Paz. El papa Francisco tendrá el viernes un encuentro privado con los presos de la cárcel pública Palmasola, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que hace dos años fue manchada de sangre en un episodio que puso en evidencia la situación crítica que se vive en los penales de Bolivia.
Palmasola fue escenario el 23 de agosto de 2013 de una pelea de presos que dejó 35 muertos, entre ellos un niño de un año y medio, y un centenar de heridos.
Pelea en Palmasola dejó 35 muertos. (Foto: Internet)
Una investigación judicial estableció que los presos murieron por asfixia a raíz de la inhalación de humo, quemaduras y golpes con arma contundente después de la toma de un bloque por reos de otro pabellón.
"En esa ocasión se usaron machetes, cuchillos, palos, armas cortopunzantes, armas de fuego, armas de fabricación casera (una cucharilla convertida en puñal) y garrafas de gas, lo que provocó incendio en el pabellón", recordó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
El ministro explicó que el móvil de la pelea entre presos fue el control de espacio y liderazgos. La mayoría de heridos tenía diversas quemaduras y fracturas.
"Una de las cosas más lamentables que debe llamarnos a la reflexión es que esa pesadilla también fue vivida por unos 450 niños privados de libertad por los delitos de sus padres", comentó el arzobispo católico de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti.
El prelado agregó que en la sección Chonchocorito, generadora del problema, no existe terapia ocupacional ni políticas de rehabilitación y reinserción. "Están prácticamente olvidados", dijo.
Francisco, de gira esta semana por Sudamérica, escuchará durante una hora el testimonio de hombres y mujeres que purgan sus penas en Palmasola.
"Será un encuentro íntimo y sin periodistas a pedido del Vaticano. Solo habrá acceso a una unidad del canal Bolivia Tv", anticipó la ministra de Comunicación, Marianela Paco.
Palmasola tiene unos 4.800 presos. La Defensoría del Pueblo precisó que un 76 por ciento está detenido de forma preventiva y solo un 24 por ciento tiene sentencia condenatoria.
"El Papa hará una reflexión tras escuchar a cinco representantes de la población carcelaria", anticipó el obispo Jesús Juárez, responsable de la Pastoral Penitenciaria, quien también participó en la organización de la visita del papa Juan Pablo II en mayo de 1988 a Bolivia.
"Creo que la primera cosa que se hará es llamar la atención de las autoridades responsables sobre la situación crítica en que están viviendo en algunas cárceles del país", dijo Juárez a los periodistas.
El obispo lamentó el retardo de la justicia y el hacinamiento en las cárceles.
"Hay que dignificar a la persona porque los que están adentro (en las cárceles) solo han perdido el derecho a la libertad. Son personas que deben ser ayudadas", agregó.
Fuente: DPA