Rio de Janeiro (AP). La goleada 7-1 que recibió Brasil por parte de Alemania generó el martes una enorme tensión en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, donde decenas de miles de hinchas seguían en directo las semifinales de la Copa del Mundo en el FanFest.
Después del quinto gol alemán en el primer tiempo, centenares de personas empezaron a correr desde la playa hacia las calles en una estampida que generó mucha tensión y pánico entre los brasileños que seguían el encuentro. Los numerosos agentes de policía trataron de contener las carreras, cuyo origen no estaba inmediatamente claro.
Decenas de miles de seguidores volvieron a llenar el FanFest de Copacabana para seguir a la selección, aunque poco antes de empezar el partido un fuerte aguacero provocó que muchos abandonaran el recinto y la playa.
Los goles alemanes enfriaron por completo el ambiente que ya había empapado el agua anteriormente como si fuera un mal presagio. Muchos seguidores lloraban y abandonaban resignados la zona.