Celta es una palabra con muchos significados, que ha evolucionado constantemente a través del tiempo.
Hace cerca de 2.500 años, los escritores griegos definieron como "bárbaros" a los celtas que vivían al norte de su mundo mediterráneo.
Hoy en día, reconocemos identidades y lenguajes celtas en lugares como Escocia, Irlanda, Gales y Bretaña.
Pero estos pueblos no dejaron nada por escrito; lo poco que sabemos sobre su historia quedó registrado por los griegos y los romanos.
Unos textos que proporcionan tan sólo un atisbo a un mundo que los autores de los manuscritos no lograron entender, y cuyas perspectivas demostraron ser muy influyentes.
Entre estos lugares y tiempos tan diferentes, yace una compleja historia que podemos desentrañar a través de los poderosos objetos decorativos que sobrevivieron a su época.
A estos objetos se les llama celtas y son el tema principal de la nueva exposición del Museo Nacional de Escocia.