Katmandú. Mil ciudadanos de la Unión Europea (UE) seguían buscados el viernes en Nepal una semana después del sismo que ha dejado más de 6.200 muertos y miles de personas desamparadas.
La mayoría de esos europeos se encontraba en el país practicando senderismo de montaña en la remota región de Langtang, cerca del epicentro del terremoto, y en el Everest.
"Se los considera desaparecidos pero no se sabe cuál es exactamente su situación", declaró Rensje Teerink, la embajadora de la UE en Katmandú.
Según otro responsable de la UE, que requirió el anonimato, la mayoría aparecerá sana y salva y la falta de noticias se debe a la dificultad de acceso a las zonas accidentadas.
Entretanto, supervivientes del terremoto, procedentes de las zonas más devastadas del país, contaban cómo habían quedado abandonados a su propia suerte después de haber perdido a su familia y sus bienes en la tragedia.
La magnitud de la catástrofe aumenta a medida que los equipos de rescate llegan a las aldeas más remotas en las montañas.
Las localidades más cercanas al epicentro del sismo de 7,8 de magnitud han sido "totalmente devastadas", indicó la Cruz Roja.
El paisaje es igual de desolador en el distrito de Gorkha, donde la población está aterrorizada por las réplicas del sismo.
"La tierra sigue temblando un poco cada día. No sabemos si vamos a seguir con vida o morir", dijo Gopal Gurung a un periodista de la AFP en el pueblo de Laprak, donde un helicóptero del ejército indio aterrizó para entregar alimentos.
"Nosotros no estamos protegidos, llueve todo el tiempo, no se sabe qué va a pasar. La gente tiene miedo", añadió.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) pidió ocho millones de dólares de emergencia para ayudar a los agricultores y evitar una crisis de suministro de alimentos.
La siembra del arroz debe comenzar a finales de mayo.
"Es un momento crítico para ayudar a los agricultores a sembrar a tiempo el arroz y lograr una cosecha que permita recuperar la autosuficiencia este año", dijo Somsak Pipoppinyo, representante de la FAO en Nepal.
Fuente: AFP