Moscú. El presidente ruso, , advirtió este jueves a , dirigida por "una pandilla" que ha perdido "la razón", que "lamentará" el derribo de un avión ruso cerca de la frontera siria.

Acusado por de estar implicado en el contrabando de petróleo del grupo Estado Islámico, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan reaccionó tildando estas afirmaciones de "inmorales" e inculpó a su vez a Moscú de complicidad en este tráfico.

Este intercambio de acusaciones tiene lugar antes de que el jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov se reúna en Belgrado con su homólogo turco Mevlüt Cavusoglu. Será la primera reunión entre altos responsables de los dos países, desde que la aviación turca derribó el 24 de noviembre un avión militar ruso cerca de la frontera siria, lo que provocó una serie de sanciones económicas del Kremlin.

"No olvidaremos nunca esta complicidad con los terroristas. Consideraremos siempre la traición como uno de los actos más viles", declaró Vladimir Putin durante su discurso anual delante de los parlamentarios, el gobierno y los gobernadores de las regiones de Rusia.

"Parece que Alá ha decidido castigar a la pandilla en el poder en Turquía privándola de razón y de sentido común", continuó, provocando la risa de la asamblea.

Rusia anunció nuevas sanciones contra Ankara, ya víctima de un embargo en particular en los sectores de la agricultura, las obras públicas, la energía y el turismo.

"No es la última vez que les recordamos lo que hacen, ni la última vez que van a lamentar sus actos", clamó Vladimir Putin durante su discurso de política general, donde la crisis con Turquía eclipsó las cuestiones económicas y sociales.

Inmediatamente después del discurso, el ministro de Energía ruso, Alexander Noval, anunció la suspensión de las conversaciones entre Ankara y Moscú sobre el proyecto de gasoducto TurkStream, llamado a llevar el gas ruso a Turquía.

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'Propaganda soviética', según Ankara -

A pesar de las virulentas declaraciones del presidente de Rusia, una pequeña esperanza de apaciguamiento en las relaciones entre ambos países podría concretizarse con la reunión el jueves entre Lavrov y Cavusoglu, como parte de un encuentro ministerial de la OSCE en la capital serbia.

El jefe de la diplomacia rusa anunció la víspera que se encontraría con su homólogo a petición de este, con la esperanza de escuchar "algo nuevo que no se haya dicho ya públicamente".

Hasta ahora, los altos responsables de Rusia rechazaron todo contacto con sus homólogos turcos. El presidente Vladimir Putin, después de haberse negado a responder las llamadas del presidente turco, lo evitó durante la COP21 en París.

Las autoridades rusas exigen sin éxito las disculpas oficiales de Ankara por el derribo de su avión, que provocó la muerte de dos militares, primeras pérdidas oficiales desde el comienzo de la intervención rusa en Siria el 30 de setiembre.

Rusia pasó el miércoles a los ataques personales en la crisis que le enfrenta a Turquía, acusando directamente al presidente Erdogan y a su familia de estar implicado en el tráfico de petróleo del Estado Islámico, una de las principales fuentes de financiamiento del grupo yihadista.

Vladimir Putin mencionó flujos "masivos industriales" de petróleo hacia Turquía, generando "miles de millones de dólares" de provecho.

Dejando clara la distinción entre los dirigentes y el pueblo turco, "bueno, trabajador y talentoso", el presidente ruso acusó a la clase política turca de "llenarse los bolsillos" protegiendo el tráfico de petróleo del Estado Islámico en Siria.

Erdogan no tardó en contestar, amenazando con represalias si Moscú continuaba "propagando calumnias". 

Además, dijo disponer de "pruebas" de la implicación de Rusia en el tráfico de petróleo del Estado Islámico en Siria.

"Tenemos pruebas. Vamos a empezar a revelarlas al mundo", aseguró Erdogan.

El jueves, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, calificó de "propaganda soviética" las acusaciones rusas.

Washington, que ha llamado varias veces a "la calma" y a rebajar la "escalada" de incriminaciones entre Moscú y Ankara, desmintió con firmeza las acusaciones rusas, no viendo "ninguna prueba" que las sostenga. 

Fuente: EFE

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