Maiduguri, Nigeria (AP). Extremistas de Boko Haram vestidos de solados asesinaron cuando menos a 200 civiles en tres comunidades del noreste de Nigeria sin que el ejército acudiera a la ayuda aun cuando se le había advertido de la inminencia de uno de los ataques, dijeron testigos el jueves.
Un dirigente comunitario testigo de las matanzas perpetradas el lunes dijo que habitantes del distrito local de gobierno de Gwoza, en el estado de Borno, habían solicitado al ejército el envío de soldados para que protegieran la región al enterarse que Boko Haram perpetraría un ataque, pero la ayuda nunca llegó.
Pasaron varios días para que el relato de los sobrevivientes se conocieran en Maiduguri, la capital provincial, debido a que el desplazamiento en los caminos es extremadamente peligroso y las conexiones telefónicas son deficientes o inexistentes.
Mohammed Ali Ndume, senador por Borno y oriundo de Gwoza, confirmó los asesinatos colectivos, al igual que un importante funcionario de seguridad en Maiduguri que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
Boko Haram, que pretende el establecimiento de un estado islámico en Nigeria, han ocupado aldeas en el noreste, donde han matado y aterrorizado a civiles y dirigentes políticos en lo que constituye el regreso de los combatientes islámicos después de una ofensiva militar de un año dirigida a aplastarlos.
La cifra de muertos en los ataques del lunes figura entre las más elevadas. A causa de la insurgencia que ha durado cinco años, miles de personas han perdido la vida, de éstas más de 2.000 en lo que va del año, y unos 750.000 nigerianos fueron desplazados por el conflicto.
El ejército de Nigeria insiste en que el envío de grandes números de efectivos así como el estado de emergencia que ha durado un año en tres estados, ha obligado a huir a los extremistas. Mediante el estado de emergencia, el ejército puede detener sospechosos, asumir el control de edificios y cerrar cualquier área.