Kampala. Católicos y vendedores de 'souvenirs' están en pleno frenesí en Uganda, donde el papa Francisco hará dentro de una semana la segunda escala de su gira africana.
La imagen del pontífice argentino se ha hecho tan omnipresente en la capital, Kampala, como la del presidente Yoweri Museveni. En las vitrinas del Jude Colour Solutions, un centro que promociona artículos de moda, por cuatro dólares se pueden adquirir alfombrillas para el ratón del ordenador con la figura del papa Francisco. "Estoy muy emocionado con la visita del papa Francisco", del 27 al 29 de noviembre, afirma Bernard Ssenyondo, de 32 años, encargado de la tienda. El papa Francisco será el segundo papa que Ssenyondo vea en persona, después de Juan Pablo II, quien visitó su país en 1993. "Entonces estaba en la escuela primaria", recuerda. El comerciante exhibe con orgullo en su tienda el diploma que lo reconoce como "Mejor Expositor y Vendedor de Artículos Promocionales de Uganda". Junto a él, resalta un jarrón con el rostro del papa Francisco. Sólo uno de ellos está para la venta. Furor de masas "¡Estamos ganando dinero con esto!", confiesa Ssenyondo, quién ordenó a inicios del mes la fabricación de cientos de anillos, tazas, camisetas y recuerdos, tras obtener la autorización oficial de la Iglesia católica local. "Me conocen a nivel internacional y nuestra industria turística se beneficia", sostiene. El papa Francisco legará Uganda procedente de Kenia. La tercera y última etapa de la gira será en República Centroafricana. Kenia también ya está concentrada en la visita papal: limpieza de calles, poda de árboles e instalaciones de carteles gigantes para dar la bienvenida al papa Francisco. El obispo Alfred Rotich, encargado de los preparativos en este país, calcula que cerca de un millón de personas podrán ver al papa Francisco, una buena parte de la población católica, de cerca 13 millones, sobre casi 43 millones de habitantes. Preocupación por la seguridad Los tres países -que cuentan con importantes comunidades católicas- han vivido violentos conflictos civiles, lo que aumenta la preocupación por la seguridad del papa Francisco. Las tropas de Kenia y Uganda luchan contra los yihadistas "shebab" de Somalia, que han lanzado campañas de sangrientas represalias, como los atentados del 2010 en Kampala, que dejaron 76 muertos. En Kenia, el ataque yihadista en la Universidad de Garissa, el 2 de abril del 2015, dejó 148 muertos, incluidos los cuatro miembros del comando. La toma en el 2013 del centro comercial de Westgate de Nairobi, la capital de Kenia, terminó con la muerte de 67 personas. La presidenta interina de República Centroafricana, Catalina Samba Panza, expresó su deseo de que el papa Francisco pueda cumplir con su agenda en este país, donde la situación sigue complicada pese a la presencia de fuerzas de la ONU y francesas. Un portavoz del Vaticano confirmó la visita, pese a los riesgos de un país devastado durante dos años por sangrientos enfrentamientos entre milicias musulmanas y cristianas tras un golpe de Estado en el 2013. Unos 17 millones de los 37 millones de habitantes de Uganda son católicos, según la Santa Sede. "El papa Francisco descenderá a la tierra", sostiene Juan Pablo Guminkiriza, de 25 años, entre los numerosos ugandeses bautizados con el nombre del difunto pontífice polaco. "Estoy muy agradecido y feliz por la visita de Francisco, Uganda está bendecida", afirmó Guminkiriza.
La gira del papa Francisco por estos países africanos iniciará el 25 de noviembre y concluirá el 30 de ese mes.
Fuente: AFP