Canberra, Australia (DPA) El avión malasio que desapareció a principios de marzo con 239 personas a bordo voló con el piloto automático antes de caer al mar, según nuevas conclusiones de los investigadores dadas a conocer hoy en la capital de Australia, Canberra.
Sin el piloto automático, el vuelo MH370 no podría haber seguido una línea tan recta sobre el océano Índico como la que demuestran las señales electrónicas del avión captadas por satélites, explicó el viceprimer ministro de Australia, Warren Truss.
Según el director de la Autoridad de Seguridad en el Transporte de Australia, Martin Dolan, es de suponer que alguien activó el piloto automático.
Lo que pasó dentro del aparato después de que se desviara de su ruta de Kuala Lumpur a Pekín sigue siendo un misterio. Los investigadores están convencidos de que el avión voló hasta siete horas en dirección al sur y se precipitó al Índico cuando se agotó el combustible.
NO HAY RASTRO FÍSICOS
Pese a intensas operaciones de búsqueda, hasta el momento no ha encontrado ningún fragmento de los restos del avión, ni tampoco se ha hallado la caja negra, que registra los datos técnicos y las conversaciones en la cabina de mando.
Truss anunció que la búsqueda continuará en breve en una zona situada al sur de la región donde se creía hasta ahora que el avión había caído al mar.
La nueva zona, situada a unos 1.800 kilómetros al suroeste de la ciudad costera australiana de Perth, abarca una superficie de casi 60.000 kilómetros cuadrados. La profundidad del mar en esa zona llega hasta los 6.000 metros.
Los investigadores están convencidos desde hace tiempo que alguien manipuló deliberadamente los sistemas de mando del avión. Al parecer, aproximadamente una hora después del despegue fueron desactivados intencionalmente los sistemas de comunicación, lo que sería un indicio de que un pasajero o uno de los pilotos habría cometido sabotaje. Sin embargo, la verificación de las identidades de todos los ocupantes hasta ahora no ha permitido hallar ningún motivo.