Los 13 atrapados en una cueva de Tailandia fueron rescatados en su totalidad este martes. (Foto: Reuters)
Los 13 atrapados en una cueva de Tailandia fueron rescatados en su totalidad este martes. (Foto: Reuters)
Redacción EC

Para la titánica tarea del rescate de los niños atrapados junto con su entrenador en una cueva de  fue necesario suministrarle a los menores un fármaco que permitiera un mejor tránsito por el complejo de cavidades inundado, indicó el primer ministro del país, el general Prayut Chan-O-Cha.

Rescatistas liberaron el martes a los últimos niños tras más de dos semanas atrapados, en el final exitoso de un operativo seguido con atención alrededor del mundo. 

Cada uno de los chicos, cuyas edades van de 11 a 16 años, fue escoltado hasta la salida por dos buzos en los últimos tres días del operativo. Los estrechos pasadizos tenían colocados tanques de oxígeno en localidades estratégicas para que los jóvenes pudieran recargar su suministro periódicamente.

Como prueba de lo difícil de la hazaña, un ex miembro de la fuerza especial de la Armada tailandesa murió el viernes cuando trataba de colocar esos tanques de oxígeno en la cueva.

La prensa asiática difundió especulaciones de que los menores tuvieron que ser sedados para el operativo de rescate. Sin embargo, Chan-O-Cha, también jefe de la junta militar que gobierna Tailandia, salió al frente para aclarar lo sucedido.

El ex general fue cuestionado sobre si se utilizó anestesia infantil para los menores, a lo que respondió: "¿Quién demonios le daría eso a un niño?".

Se les dio "algo para que no estén tan nerviosos y no entraran en pánico", señaló el primer ministro de Tailandia. Del mismo modo, aclaró que el fármaco fue solo un ansiolítico, como el que él usa cotidianamente para disparar sus armas.

Los jugadores del equipo de fútbol "Jabalíes Salvajes", de entre 11 y 16 años, y su entrenador de 25 años quedaron atrapados el 23 de junio cuando exploraban el vasto complejo de cuevas Tham Luang en la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia.

Una tormenta en medio de la temporada de monzones inundó repentinamente sus túneles.

Buzos británicos los hallaron el lunes de la semana pasada, hambrientos y acurrucados en la oscuridad de una cámara parcialmente inundada y llena de barro, varios kilómetros al interior del complejo.

Su rescate pone fin a un complejo operativo que atrapó la atención del mundo entero, desencadenó masivas jornadas de oración en Tailandia y contó con la colaboración de buzos experimentados de varios países.

Los niños rescatados gozaban de buena salud en general y algunos pidieron pan de chocolate para desayunar, dijeron funcionarios el martes. Dos tendrían infecciones pulmonares, pero los cuatro menores del primer grupo rescatado ya deambulaban por el hospital.

El ex general Chan-O-Cha, dijo que planeará una celebración para todos los involucrados en el esfuerzo de rescate multinacional. "Organizaremos una comida para todos los participantes", declaró.

Fuente: Agencias

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