Ni Barack Obama, ni Donald Trump y tampoco la primera ministra británica, Theresa May. Ninguno de ellos estará presente este sábado en la boda real de Meghan Markle y el Príncipe Harry de Inglaterra, pues políticos tanto nacionales como internacionales no fueron incluidos en la lista de invitados.
La medida, que incluye a jefes de Estado y de Gobierno de todos los países, habría sido tomada por la corona tras un diálogo con el Ejecutivo británico y no tiene precedentes.
De hecho, la lista de invitados para esta ocasión dista mucho de los de la boda de los Duques de Cambridge, William y Kate, en 2011. Entonces se incluyó a miembros de la realeza, gobernadores generales del Reino Unido, embajadores, personalidades religiosas y muchos políticos de todo el mundo. El primer ministro David Cameron, el vice primer ministro Nick Clegg y el líder laborista Ed Miliband estuvieron entre los asistentes.
Entre los excluidos de la boda del sábado está precisamente la conservadora jefa de Gobierno británica y el líder del Partido Laborista inglés, Jeremy Corbyn. De la misma forma, el ex presidente de EE.UU. y su esposa Michel Obama, ambos cercanos amigos de Harry, fueron dejados fuera del evento real. Lo mismo sucedió con Trump y su esposa Melania, y con todo el resto de los jefes de Estado.
Pese a que no fue invitado, Trump anunció esta semana que de todas formas enviará un regalo a la pareja: el mandatario realizará una donación a una de las siete organizaciones de caridad que fueron designadas por los novios para todo aquel que desee celebrar su unión. El monto, sin embargo, no fue revelado.
¿Pero por qué se excluyó a políticos? Según se ha argumentado el Palacio de Kensington, "no se requiere una lista oficial de líderes políticos" en la boda debido a la posición de Harry en la corona.
El príncipe de 33 años es el sexto en la línea de sucesión, por lo que está muy lejos de poder acceder efectivamente a liderar la monarquía británica. Por el contrario, su hermano mayor William (35), es el segundo después de su padre el príncipe Carlos. Así, si todo continúa como estipula la tradición monárquica, William se convertirá algún día en rey. Otra de las causas que se esbozaron para dejar fuera a varios líderes internacionales fue la capacidad de la capilla de St George, que se encuentra al interior del Castillo de Windsor. El recinto sería pequeño y tendría la posibilidad de albergar a los 800 invitados.
Los que sí fueron invitados
La baja probabilidad de que Harry se convierta en monarca ha permitido que su lista de invitados sea mucho más relajada de lo que fue la de su hermano, por lo que los novios se permitieron invitar a varios de sus amigos y cercanos, incluyendo a una gran cantidad de celebridades.
A la boda fue invitada la familia real británica completa y también los hermanos de la madre de Harry, Diana de Gales. Incluso, una de las tías del novio leerá un extracto para conmemorar a la fallecida princesa. De la misma forma, se espera que asista la hermana de Kate, Pippa Middleton, junto a su pareja, James Matthews. Ambos se casaron el año pasado.
Entre las estrellas que acudirán este sábado se incluye a todo el elenco de la serie estadounidense "Suits", que hizo famosa a Markle; a la modelo y actriz Cara Delevingne, perteneciente a una familia cercana a la familia de Windsor; David y Victoria Beckham, que asistieron a la boda de William y Kate en 2011, y a Sir Elton John, amigo cercano de Diana de Gales y quien incluso canceló un concierto que coincidía con la fecha de la boda. Por último, muchos esperan que también forme parte de la lista de participantes la tenista Serena Williams, gran amiga de Meghan.
Pero además, en un afán de hacer más público y más cercano el enlace, fueron invitadas a participar 1.200 personas como público y 200 representantes de organizaciones benéficas, quienes estarán instaladas en el Castillo de Windsor y tendrán la posibilidad de ver a los novios salir después de decir las palabras mágicas: "sí, quiero".
Fuente: Emol,GDA