Portland. Los últimos días de Brittany Maynard abrieron un debate nacional en Estados Unidos sobre si es correcto que un enfermo terminal ponga fin a su vida.
Ahora que ha muerto, es hora de ver si los millones de clics y de reproducciones que generó producen algo más que palabras.
Los defensores de aumentar las leyes del derecho a morir a más que un puñado de estados esperan que la atención sobre la historia de la joven se prolongue hasta el año nuevo, cuando comienzan las legislaturas de los estados.
"De un lado a otro de Nueva Inglaterra, la costa Este y después la Oeste, también. Creo que en ambas costas veremos acciones legislativas", dijo Peg Sandeen, director ejecutivo del Centro Nacional de Muerte con Dignidad.
Sin embargo, ese optimismo se encontrará con la realidad política de que leyes de esta clase llevan años en proceso, a menudo sin éxito.
"El suicidio nunca es una buena solución, al margen de la situación a la que se enfrente uno", dijo Judie Brown, presidenta de la Liga de Vida Americana, un grupo católico.
Maynard, enferma terminal con un tumor cerebral, estuvo en torno a un mes ante el ojo público, tras anunciar que ella y su marido, Dan Diaz, se habían mudado a Portland desde el norte de California para que ella pudiera ampararse en la ley de Oregon para poner fin a su vida bajo sus propios términos.
Maynard dijo a la prensa que tenía previsto morir el 1 de noviembre, y el sábado cumplió sus planes. Tenía 29 años.
La joven acudió al grupo activista Compasión y Elecciones durante el verano, esperando que contar su historia llevara a acciones políticas en California y otras partes del país. Que eso llegue a ocurrir aún está por verse. Sin embargo, Maynard logró aumentar la concientización sobre un tema que estaba entre lo más comentado en Facebook y Twitter después de su muerte.
"La gente más joven apoya la muerte digna a niveles muy altos, pero no es necesariamente relevante o prominente para sus vidas", dijo Sandeen. "Creo que la historia de Brittany Maynard lo hace real".
Vermont se convirtió el año pasado en el primer estado en legalizar la muerte asistida desde la legislación. Oregon y Washington lo hicieron en referéndum, mientras que en Montana y Nuevo México fueron decisiones judiciales las que la legalizaron de facto.
En Nueva Jersey, la Asamblea estatal consideró pero no aprobó una ley al respecto en junio. El legislador demócrata John Burzichelli, que redactó el texto, dijo esperar que la cámara baja del estado lo apruebe antes de final de año, y el Senado la respalde después.
Compasión y Elecciones señaló que su sitio web tuvo más de 5 millones de usuarios únicos el mes pasado. Los dos videos de Maynard se reprodujeron más de 13 millones de veces solo en YouTube.
Por supuesto, no todos los que vieron los videos son seguidores. Los conservadores sociales criticaron duramente la decisión de Maynard, y es improbable que alguna legislatura controlada por republicanos considere leyes de derecho a la muerte.
La legisladora republicana Elaine Harvey, líder de un comité legislativo que gestiona temas de salud en Wyoming, dijo no ver posibilidad de que el estado apruebe una ley que permita el suicidio asistido por médicos.
"Mi impresión es que Wyoming lo rechazaría de plano, sería un claro `no'", señaló, añadiendo que la gente del estado ha reiterado que valora la vida.
La familia de Maynard pidió privacidad el lunes y no ha dado información sobre planes de funeral. Un portavoz de Compasión y Elecciones dijo que la joven murió en paz, rodeada de familia y amigos en la habitación de su casa de Portland.
Oregon fue el primer estado de Estados Unidos que legalizó que un médico prescribiera un fármaco para poner fin a la vida de un enfermo terminal. Poco más de 800 personas hicieron uso de la ley desde su introducción poco después de las elecciones de noviembre de 1997, según datos hasta el 30 de junio.
Fuente: AP