El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este martes de “terrorismo doméstico” las violentas protestas contra la policía, en unas declaraciones hechas desde Kenosha, localidad sacudida por protestas contra el racismo desde que la policía baleara a un hombre negro.
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MIRA: Policía de Wisconsin dispara siete veces a un afroestadounidense por la espalda y estallan protestas | VIDEO Y FOTOS
“Estos no son actos de una protesta pacífica, son terrorismo doméstico”, dijo en referencia a las varias noches de disturbios en esta pequeña ciudad de Wisconsin, estado clave para las elecciones de noviembre.
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Trump llegó a Kenosha ignorando pedidos en contrario del gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers, ante temores de que ello provocara un aumento de las tensiones.
En tanto, el alcalde de Kenosha, John Antaramian, también demócrata, dijo el fin de semana que no era buen momento para una visita presidencial a esta ciudad, a donde Trump llegó para reunirse con autoridades policiales y visitar los lugares vandalizados tras la violencia desatada desde que un policía blanco disparó a quemarropa contra Jacob Blake, un negro de 29 años, frente a sus tres hijos, dejándolo paralítico.
“Los ayudaremos”, prometió el presidente republicano a los comerciantes frente a una tienda quemada
“Estos hombres hicieron un trabajo maravilloso”, agregó, señalando a oficiales de policía apostados frente a edificios en ruinas.
Trump sonrió y saludó a los simpatizantes que lo aplaudieron mientras su convoy pasaba, altamente custodiado, por las calles de Kenosha, mientras manifestantes del movimiento “Black Lives Matter” (“Les las vidas de los negros importan”) lo abucheaban.
Ambos bandos intercambiaron insultos y gritaron consignas.
La policía y la Guardia Nacional erigieron barricadas de metal a lo largo de la ruta por la que transitaría la caravana de Trump.
Durante meses, Trump ha buscado cambiar la pisada en la carrera por la Casa Blanca contra el demócrata Joe Biden, tras verse rezagado en buena medida por su gestión de la pandemia de coronavirus.
Por tanto, se siente mucho más cómodo en el terreno de la “ley y orden” que pregona para aplacar la ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial hacia los negros, tras una ristra de casos que han sacudido al país.
- Microcosmos -
Kenosha, pequeña ciudad a orillas del Lago Michigan, en el norte del país, se ha convertido en un microcosmos de las tensiones raciales e ideológicas en Estados Unidos casi cuatro años después de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Ha sido escenario de protestas del movimiento antirracista Black Lives Matter, disturbios y choques con grupos blancos armados. En el apogeo de las tensiones, Kyle Rittenhouse, un simpatizante de las milicias de 17 años, presuntamente mató a tiros a dos personas en una protesta e hirió a otra.
Los demócratas y los que piden una reforma policial ven a Kenosha como un símbolo del racismo institucional que lleva a enfrentamientos mortales entre policías y sospechosos negros.
Y consideran que lo ocurrido con Rittenhouse revela el aumento de milicias de derecha que en forma cada vez más descarada blanden sus armas y se autoerigen en agentes de la ley.
Biden acusó a Trump de “débil” por no pedir a sus seguidores “que dejen de actuar como milicia armada”.
Pero Trump denuncia lo que considera una “anarquía” en las ciudades gobernadas por demócratas y se presenta como la opción de “ley y orden” de cara a los comicios del 3 de noviembre.
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INFORMACIÓN PREVIA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este lunes a Kyle Rittenhouse, un joven que la semana pasada mató a dos manifestantes en Kenosha (Wisconsin), y confirmó que no piensa reunirse con la familia del afroamericano cuyo caso provocó las protestas en esa ciudad, Jacob Blake.
Las polémicas declaraciones de Trump llegaron horas antes de su visita de este martes a Kenosha, una localidad envuelta en tensión desde que el pasado 23 de agosto un policía blanco disparara siete tiros en la espalda a Blake, que quedó paralizado de cintura para abajo mientras se sucedían las protestas y disturbios en la ciudad.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, un adolescente blanco de 17 años que se presentó en Kenosha armado con un fusil de asalto el 25 de agosto y mató a dos manifestantes además de herir a un tercero, hechos por los que se encuentra detenido y acusado de homicidio.
“SE CAYÓ Y LE ATACARON”
“Ustedes vieron el mismo video que yo. Él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y lo atacaron muy violentamente, y es algo que estamos examinando, que está bajo investigación”, respondió Trump a la pregunta de por qué no condena lo que hizo Rittenhouse.
“Creo que él estaba en muchos aprietos, y que probablemente lo habrían matado”, añadió el mandatario.
El momento al que se refería Trump -aquel en el que Rittenhouse cayó al suelo- se produjo después de que el joven hubiera matado ya a uno de los manifestantes, Joseph Rosenbaum, según muestra un video del incidente y corroboran los documentos judiciales.
El joven, que era simpatizante de Trump y acudió a uno de sus mítines en enero, huía de los manifestantes que pedían detenerlo porque había disparado a Rosenbaum, y en un momento se cayó y apuntó con el rifle a quienes lo perseguían, que trataron de desarmarle.
Uno de los manifestantes, el joven blanco Anthony Huber, intentó golpear a Rittenhouse con su monopatín para quitarle el arma, pero el adolescente le disparó en el pecho y lo mató; antes de herir en el brazo a un tercer manifestante, Gaige Grosskreutz, quien llevaba una pistola, según los documentos judiciales.
CRUCE DE ATAQUES CON BIDEN
La negativa de Trump de condenar las acciones de Rittenhouse llegó precisamente después de que criticara duramente a su rival en las elecciones de noviembre, el candidato presidencial demócrata Joe Biden, por supuestamente no haber condenado las acciones de las “turbas de izquierda” en las protestas contra el racismo.
El mandatario no tuvo ninguna palabra de condena para los grupos de derecha que han acudido a las manifestaciones, como la de Portland, donde simpatizantes de Trump dispararon este fin de semana perdigones y balas de pintura a los manifestantes del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).
“Estaban mis simpatizantes, pero eso fue una protesta pacífica. Y la pintura es un mecanismo de defensa. La pintura no son balas”, zanjó Trump.
El presidente recordó que durante esas protestas murió a tiros uno de sus simpatizantes, un hombre de 39 años que pertenecía a un grupo de derecha llamado Patriot Prayer y al que la Policía de Portland identificó este lunes como Aaron Danielson.
Biden condenó el domingo en un comunicado “la violencia de cualquier tipo por parte de cualquiera, ya sea de izquierdas o de derechas”, y retó a Trump a hacer lo mismo, pero el mandatario insistió en centrar todas las culpas en la oposición, a la que acusó de “alimentar la violencia” al “demonizar a la policía”.
UNA POLÉMICA VISITA A KENOSHA
Trump compareció ante la prensa poco después de confirmar que este martes visitaría Kenosha, a pesar de que tanto el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, como el alcalde de esa ciudad, John Antaramian, le habían pedido no trasladarse allí para no azuzar las tensiones en la localidad.
“Tengo que ver a la gente que hizo un buen trabajo por mí” al contener las protestas en Kenosha, aseguró Trump durante su rueda de prensa, y opinó que su visita podría “aumentar el entusiasmo, el amor y el respeto” por Estados Unidos.
Kenosha se encuentra en uno de los estados que serán cruciales en las elecciones de noviembre, un territorio que Trump ganó por muy poco margen en 2016, y se espera que el mandatario repita allí su mensaje de “ley y orden”, convertido en bandera electoral.
Sin embargo, Trump confirmó que no tiene planes de reunirse con la familia de Blake, el joven negro herido por la policía, porque esos familiares exigían tener a un abogado presente durante la conversación.
“Eso me pareció inadecuado. Así que no lo voy a hacer”, subrayó Trump.
LA SOLUCIÓN DE TRUMP: “EDUCACIÓN PATRIÓTICA”
El mandatario también afirmó que la única forma de reconciliar al país es “reconstruir una identidad nacional compartida”, y opinó que para ello será necesario promover una “educación patriótica” en las escuelas y universidades, sin aclarar cómo lo haría.
“Hay que restaurar una educación patriótica en las escuelas de nuestra nación”, opinó Trump, al afirmar que los niños están siendo “adoctrinados por la izquierda” para pensar que EE.UU. es “un país malvado y plagado por el racismo”.
Fuente: AFP / EFE
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