¿Quién es Steve Bannon, el polémico exasesor de Trump que fue indultado en las últimas horas?

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La orden de último minuto, anunciada en la madrugada del miércoles, sigue a otras oleadas de indultos concedidos en el último mes a colaboradores de Trump condenados en la investigación del FBI sobre Rusia, así como el padre de su yerno. En conjunto, estas acciones ponen de manifiesto la disposición del exmandatario, durante sus cuatro años en la Casa Blanca, a emplear sus poderes constitucionales de forma que desafiara las convenciones y ayudara explícitamente a sus amigos y seguidores.

El caso de Bannon es especialmente notable porque la acusación en su contra se encuentra aún en las primeras fases y faltaban meses para cualquier juicio. Normalmente, se considera que los beneficiarios del perdón presidencial son personas que se han enfrentado a la justicia y han pasado al menos algún tiempo en prisión. El indulto concedido a su exjefe de estrategia anula el proceso y elimina de facto cualquier posible castigo.

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Bannon estaba acusado de engañar a miles de inversionistas que creyeron que su dinero se utilizaría para cumplir la promesa electoral estrella de Trump de levantar un muro a lo largo de la frontera con México. Lo que hizo, supuestamente, fue desviar más de un millón de dólares para pagar el salario de un funcionario de campaña y sus propios gastos personales.

Trump ya había indultado a un gran número de socios y simpatizantes, incluyendo a su exjefe de campaña, Paul Manafort; Charles Kushner, al padre de su yerno; a su viejo amigo y consejero Roger Stone, y a su exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.

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¿Quién es Steve Bannon?

Steve Bannon fue uno de los artífices de la campaña presidencial victoriosa de Trump en el 2016, pero luego de unos meses de integrar la administración fue separado de sus funciones por el entonces presidente.

En el 2017, Trump causó asombro e indignación cuando le dio a Bannon un asiento en el poderoso Consejo de Seguridad Nacional. Bannon, de 66 años, comparte la experiencia de Trump en los negocios y los medios de comunicación, así como su estilo sensacionalista.

“Él desea ser el intelectual, el estratega que arroja las bombas”, decía en aquel entonces Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes y asesor informal de Trump, que veía a Bannon como el aliado perfecto del jefe de Estado en la modificación del statu quo. “No quiere ser el tipo que hace que todo funcione eficientemente”, según citaba en aquellas épocas la agencia AP.

Bannon ha cultivado una imagen casi diabólica en las entrevistas que pocas veces ha concedido, las cuales acapararon titulares en la prensa.

Por ejemplo, en enero del 2017, días antes de que Trump asumiera la presidencia, declaró a The New York Times que veía a los medios de comunicación como “el partido opositor”, y le recomendó a la prensa que “se callara la boca” después de que esta subestimara al magnate neoyorquino.

En otra ocasión, dijo que “la oscuridad es buena” a The Hollywood Reporter. “Dick Cheney. Darth Vader. Satán. Eso es poder”. Medios de comunicación como CNN también dieron cuenta de tal aseveración.

Según el diario The Washington Post, Bannon y Trump se conocieron en el 2010 cuando los presentó David Bossie, presidente del grupo conservador Citizens United y subgerente de la campaña de Donald Trump en el 2016.

“A pesar de que aparentemente Trump y Bannon no tenían mucho en común, los dos se hicieron amigos por su rara característica de ser miembros de la élite costera (las clases profesionales y educadas que viven a lo largo de la costa este de EE.UU.), y a la vez presentarse a sí mismos como defensores de la pisoteada clase trabajadora”, señala el diario capitalino.

“También compartían su indignación por la clase dirigente republicana”, agrega el medio de comunicación en su artículo.

Sam Nunberg, quien trabajó para Trump como asesor político y de campaña y fue despedido en el2015, le dijo al periódico que él organizó numerosas llamadas telefónicas entre Bannon y Trump desde el 2013, según un artículo de la BBC.

“No tomó mucho tiempo para que los dos se convirtieran en almas gemelas ideológicas. En una época en que Trump era descartado como candidato fiable (para la presidencia), Bannon lo tomó con seriedad y lo promovió en su sitio web Breitbart News”, afirmó Nunberg.

Así, Bannon comenzó alentando a Trump para que se postulara a la Casa Blanca, en los últimos meses de la carrera electoral se convirtió en su jefe de campaña y una vez que obtuvo el triunfo fue nombrado jefe de estrategia del presidente.

Como asesor de Trump, estuvo al frente de eventos como el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de Cambio Climático de París, y de las polémicas órdenes ejecutivas para restringir la inmigración de países de mayoría musulmana. La relación, sin embargo, se enfrió rápidamente.

Discordia

En abril del 2017, apenas tres meses después de que Trump llegara a la Casa Blanca, Bannon fue retirado de su cargo en el Consejo de Seguridad Nacional. Y surgieron informes de una lucha de poder en Washington entre el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, el director del Consejo de Economía Nacional, Gary Cohn, y Bannon, detalló la BBC.

Corresponsales de la cadena británica señalaron que lo que en realidad llevó a su caída fue su discordia con el Asesor de Seguridad Nacional, H.R. McMaster, y su salida de la Casa Blanca llegó en agosto.

Bannon entonces regresó a Breitbart y prometió que seguiría ayudando al gobernante y emprendería una guerra contra sus opositores.

“Nuevamente tengo en mis manos mis armas”, declaró entonces. “Es Bannon el Bárbaro”.

Tal como asegura el corresponsal de la BBC en Washington, Anthony Zurcher, el rompimiento de Bannon y Trump era “inevitable”.

“La feroz respuesta del presidente a los comentarios de Bannon parece indicar que el puente entre el político y su guía espiritual ideológico ha quedado reducida a cenizas”, afirmó Zurcher.

“Independientemente del resultado de esta batalla, esto tiene que verse como un fracaso personal devastador para Bannon. Después de pasar años abogando por el populismo conservador anticlase dirigente, finalmente ocupó un lugar en las salas de poder. En el 2017 dijo que esa meta era casi como ‘la deconstrucción del Estado administrativo’”.

“Ahora está nuevamente afuera, asediado por viejos antagonistas y exaliados”. Y el corresponsal concluye: “La discordia Bannon-Trump era inevitable y es incuestionable que será despiadada”.

En enero del 2018, Trump dijo que Bannon había sido un “empleado de la Casa Blanca” que había tenido “muy poco que ver con nuestra histórica victoria”.

El presidente declaró que su exasesor era un “divulgador de noticias falsas” que rara vez estuvo presente en sus reuniones y que “ahora pretende que tuvo influencia para engañar a unos cuantos”.

Las condenas de Trump hacia Bannon surgieron después de que se divulgaran extractos de un nuevo libro del periodista Michael Wolff sobre el ascenso a la presidencia de Trump, “Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump”, que causaron la indignación del jefe de Estado.

Entre la información divulgada aparecen declaraciones de Bannon en las que critica duramente al entorno de Trump y califica de “traidor” y “antipatriota” el encuentro que el hijo del mandatario estadounidense y varios miembros de su campaña presidencial mantuvieron en junio de 2016 con un grupo ciudadanos rusos cercanos al Kremlin.

Tras las revelaciones, que describen al presidente como alguien que no estaba preparado para el cargo, Trump respondió que Bannon “se había vuelto loco” después de haber perdido su cargo en la Casa Blanca.

Los abogados del expresidente afirman que Bannon violó los términos de su contrato de empleo al hablar con Wolff sobre Trump y su familia y emitieron una orden de suspensión y desistimiento contra el exasesor.

Llega el arresto

En agosto del 2020, Bannon fue arrestado y acusado por conspiración para cometer fraude electrónico en una campaña de recaudación de fondos que adelantó para apoyar la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, una promesa de campaña del republicano. Diversos medios de comunicación, como la BBC y El País, dieron cuenta de los hechos.

Bannon fue una de las personas acusadas por presuntamente defraudar a cientos de miles de donantes a través de una campaña de financiación colectiva de 25 millones de dólares llamada “We Build the Wall”. Dentro de la operación también fueron acusados Brian Kolfage, Andrew Badolato y Timothy Shea.

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Los fiscales dijeron que el antiguo empleado de Trump recibió más de un millón de dólares a través de una organización sin fines de lucro. Pero la cara pública del negocio fue Kolfage, quien recibió miles de dólares de donantes que pensaron que su aporte ayudaría a construir el muro, para financiar un lujoso estilo de vida.

Unas horas después del arresto, el presidente Trump dijo desde la Casa Blanca no saber “nada” sobre el proyecto de Bannon con el muro y agregó que no ha tenido contacto con él “desde hace mucho tiempo”.

Censurado por YouTube y Twitter

En noviembre del 2020, Twitter y YouTube confirmaron haber vetado contenidos publicados en sus plataformas por Steve Bannon, después de que este llamara a asesinar a varios altos funcionarios de Estados Unidos, entre ellos el epidemiólogo Anthony Fauci.

La cuenta @WarRoomPandemic, llamada así por el programa en internet de Bannon, fue “suspendida de forma permanente por haber infringido las reglas de Twitter, especialmente nuestra política relativa a la glorificación de la violencia”, indicó Twitter en un comunicado.

YouTube retiró por los mismos motivos el episodio en el que Bannon hacía esas declaraciones de su canal en la plataforma, que sigue activa y cuenta con más de 200.000 suscriptores.

“Continuaremos siendo vigilantes en la implementación de nuestras políticas durante el período postelectoral”, dijo Alex Joseph, portavoz de YouTube.

En un episodio grabado, Bannon atacó a Fauci, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas, así como al jefe del FBI, Christopher Wray, diciendo que quisiera “volver a los viejos tiempos de la Inglaterra de los Tudor” para poner “las cabezas en lanzas” y colocarlas “a ambos lados de la Casa Blanca como advertencia a los burócratas federales”.

Un final feliz, por ahora

“El presidente Donald J. Trump concedió indultos a 73 personas y conmutó las sentencias de otras 70 personas”, dijo la madrugada del miércoles la Casa Blanca en un comunicado.

Ni Trump ni ninguno de sus hijos están en la lista de indultados, una posibilidad sobre la que los medios estadounidenses habían especulado en los últimos días.

The New York Times, citando a funcionarios de la presidencia estadounidense, afirmó que el saliente presidente tomó su decisión después de hablar con Steve Bannon por teléfono.

El indulto presidencial anularía los cargos contra el exasesor en el caso de que fuera condenado.

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