(Foto: AP)
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Redacción EC

Washington. El presidente de , , anunció este jueves que quiere mantener a Patrick Shanahan como jefe del Pentágono, un puesto que ya ocupaba de forma interina desde diciembre. 

Su nominación deberá ser aprobada por el Senado, donde su falta de experiencia inquieta a los legisladores: su predecesor Jim Mattis, un ex general de los Marines, era visto como un garante de estabilidad en una Casa Blanca sacudida por escándalos.  






Fue precisamente Mattis quien había escogido en el 2017 como adjunto a este ingeniero de 56 años que pasó 30 de ellos en Boeing, donde se ganó el apodo de "Señor Repara Todo" antes de tomar las riendas del programa del "Dreamliner" 787, desechado por problemas de producción.

El ex general, que buscaba modernizar los procedimientos de compras del ejército y la gestión de ese enorme departamento, explicaba que escogió a Shanahan por sus competencias de gerente. 

Pero el elegido para sustituir a Mattis ha sido acusado de violar los códigos de ética del Pentágono por hacer promoción a Boeing y denigrar a sus competidores, especialmente el constructor aeronáutico Lockheed Martin.

Sin embargo, una investigación interna lo exculpó de cualquier falta, lo que abrió la vía a su nominación.

Este hombre discreto, divorciado y con tres hijos, más familiarizado con los reportes financieros que con los matices de la estrategia militar estadounidense, y que nunca estuvo en el ejército ni tampoco tiene experiencia política, entró de golpe en la escena internacional a finales de diciembre tras la estrepitosa renuncia de Mattis, que llevó a Trump a designarlo secretario de Defensa interino.

"En el 2019, la estrategia de defensa nacional seguirá siendo nuestra guía", escribió tímidamente en Twitter al tomar funciones. 

Desde entonces se recluyó. Fue poco dado a dar declaraciones, ofreció una única conferencia de prensa y realizó un solo viaje al extranjero, en febrero, para visitar a las tropas estadounidenses en Kabul y Bagdad.

En ese viaje participó de reuniones internacionales en Bruselas y Múnich, donde lució un tanto incómodo y donde su alineamiento con las opiniones de Trump le valieron duras críticas del Congreso. El senador republicano Lindsey Graham le reprochó haber aceptado sin reparos la polémica decisión de Trump de retirar los cerca de 2.000 militares estadounidenses desplegados en el noreste de Siria. 

- Trump "le tiene mucho respeto" -

Trump finalmente echó para atrás el retiro total de Siria pero Shanahan tuvo cuidado de no tomar al mandatario al pie de la letra. En realidad, el magnate republicano "le tiene mucho respeto" por su secretario, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. 

Su otro viaje oficial fue a la frontera mexicana, donde aceptó el despliegue de cerca de 4.000 soldados y donde estimó que el Pentágono podría contribuir a la vigilancia de frontera. 

Luego de su declaración de "emergencia nacional" que le permitió recurrir a fondos federales para financiar la construcción de un muro con el objetivo de frenar la inmigración clandestina, Trump le encargó a Shanahan desbloquear para ello 3.600 millones de dólares de un fondo consagrado a la construcción militar, y 2.500 millones de fondos destinados a actividades de lucha antidrogas del presupuesto del 2019, que culmina en setiembre. 

El secretario interino accedió a los pedidos del mandatario e identificó una parte de los fondos; se entregaron contratos por un total de 1.000 millones de dólares. 

Pero eso ha colocado a Shanahan en la línea de fuego ante el Congreso, donde los legisladores desconfían del desvío de fondos del Pentágono para el muro. 

Interrogado recientemente por los congresistas sobre ese asunto, declaró: "La construcción militar en la frontera no se hará a expensas de nuestros hombres, de nuestro grado de preparación y de nuestra modernización".

Fuente: AFP

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