Aunque algunos se empeñen en creer lo contrario, el deporte nunca se ha desligado de la política. “Los que creen que el deporte no tiene nada que ver con la política o no saben nada de deporte o no saben de política”, escribió alguna vez el historiador uruguayo Gerardo Caetano. Y los ejemplos abundan. Los Juegos Olímpicos de 1936, en Berlín, utilizados por Adolf Hitler como propaganda nazi; el mundial de Argentina 78, que sirvió como lavada de cara para la dictadura de Jorge Rafael Videla; o las banderas autonómicas de Cataluña que siempre están presentes en los partidos del Barcelona FC.
En Estados Unidos, la realidad no ha sido diferente y hoy más que nunca ambos están confluyendo con el regreso de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial. Lo que comenzó en el 2016 Colin Kaepernick, una de las estrellas del fútbol americano, con el simbólico gesto de arrodillarse durante el himno estadounidense, y que le valió ser puesto en la congeladora por la NFL, está viendo sus frutos.
- Donald Trump acusó a la NBA de haberse convertido en “una organización política” por boicot
- Identifican al policía que disparó 7 veces por la espalda a Jacob Blake en Wisconsin
- El momento en el que un civil armado con un rifle dispara contra los manifestantes en Kenosha, EE.UU. | FOTOS Y VIDEO
El miércoles por la noche, en una jornada histórica, tres partidos de la primera ronda de los ‘playoff’ de la NBA, la poderosa liga de baloncesto, fueron suspendidos luego que los Milwaukee Bucks decidieran no jugar ante los Orlando Magic en protesta por los incidentes ocurridos en Kenosha, Wisconsin.
Desde el domingo, miles de manifestantes han salido a las calles tras el ataque a Jacob Blake, un afroamericano de 29 años, que recibió siete disparos en la espalda por parte de un policía.
El boicot de los Bucks afectó también los partidos de los Rockets de Houston ante los Thunder de Oklahoma City y Los Ángeles Lakers frente a los Trail Blazers de Portland. “Estamos cansados de los asesinatos y la injusticia”, declaró la noche del miércoles el escolta de los Bucks, George Hill, al explicar la decisión de su equipo. Lebron James, uno de los jugadores más importantes de la NBA y figura de Los Angeles Lakers, escribió en Twitter: “Exigimos cambios. Estamos hartos de esto”.
Change doesn’t happen with just talk!! It happens with action and needs to happen NOW! For my @IPROMISESchool kids, kids and communities across the country, it’s on US to make a difference. Together. That's why your vote is @morethanavote ✊🏾 #BlackLivesMatter
— LeBron James (@KingJames) August 27, 2020
En la noche del miércoles, Los Angeles Lakers y Los Angeles Clippers, grandes aspirantes al anillo de la NBA, votaron a favor de boicotear el resto de los partidos. Aunque hoy por la mañana, los jugadores llegaron a un acuerdo y decidieron continuar con los ‘playoff’, provocaron una reacción en cadena en otros deportes y ligas, que el miércoles también suspendieron varios de sus encuentros. Fue el caso del béisbol, el básquet femenino, el fútbol (Major League Soccer) y el tenis.
“Antes que deportista, soy una mujer negra. Y como mujer negra siento que hay asuntos mucho más importantes que necesitan inmediata atención, antes que verme a mí jugar tenis”, afirmó Naomi Osaka, ganadora de dos torneos de Grand Slam y que el miércoles se retiró del torneo de Cincinatti.
Los deportistas a la acción política
“La vinculación de las protestas con el deporte no es nuevo. Solo en Estados Unidos hay casos como el de Mohammed Ali, quien en su máximo apogeo, en los años 60, fue un gran vocero de la lucha contra el racismo y se negó a ir a la guerra de Vietnam. En 1968, los atletas John Carlos y Tommie Smith hicieron el saludo del Poder Negro cuando recibieron sus medallas en los Juegos Olímpicos”, señala a El Comercio el docente universitario e investigador en temas de cultura y deporte, Bruno Rivas.
Si en los años 80 y 90, los deportistas preferían ser apolíticos -Michael Jordan, por ejemplo- recientemente -y gracias a lo hecho por Kaepernick el 2016- se han sentido con la libertad de manifestar sus opiniones sobre asuntos que no sean necesariamente deportivos.
Una de ellas es Megan Rapinoe, capitana de la selección femenina de fútbol y activista LGTBI, quien no ha dudado en manifestarse en contra de la discriminación y ha criticado abiertamente al presidente Donald Trump.
“Cuando los Golden State Warriors ganaron el campeonato de la NBA decidieron no ir a la Casa Blanca, que era una tradición, en protesta por la actitud de Trump”, agrega Rivas. “Cuando ocurrió la muerte de George Floyd, uno de los primeros que alzó su voz de protesta fue Lebron James y luego lo hicieron otros jugadores de la NBA que incluso participaron en marchas de Black Lives Matter”.
“Los deportistas ahora son conscientes del gran papel que tienen, de ejemplo cultural, y la capacidad de que tienen para hacer oír su voz”, explica Rivas.
A Trump no le gusta esto
Como era de esperarse, la actitud de los deportistas no ha agradado en absoluto al presidente Donald Trump. Este jueves señaló que la NBA “se ha vuelto una organización política y eso no es bueno”. “No creo que sea bueno para el deporte ni para el país”, dijo el mandatario al comentar la protesta de los jugadores.
La NBA decidió manifestarse en contra de la discriminación racial tras el asesinato de George Floyd en mayo pasado a manos de un policía blanco, y que generó una ola de protestas inusitada en todo el país.
Desde el reinicio de los partidos el 31 de julio, los jugadores han llevado a cabo protestas diarias como hincar la rodilla en el suelo durante el himno estadounidense (al estilo Kaepernick), poner mensajes sociales en sus camisetas y exigir continuamente la detención de los responsables de casos de agresiones policiales. “La NBA ha buscado acoplarse a los pedidos de los jugadores. En las plateas se encuentra el lema Black Lives Matter, los jugadores tienen mensajes contra el racismo en sus camisetas y también se han arrodillado antes de los partidos y no han sido objeto de sanciones”, refiere Rivas.
Pese a ello, en las últimas semanas venía creciendo la frustración por la falta de resultados en sus reclamos, lo que se acrecentó con el ataque a Blake. “Queríamos usar nuestra plataforma para mandar un mensaje”, dijo el miércoles camerunés Pascal Siakam, de los Toronto Raptors. “Pero parece que estamos atascados, que las cosas no están cambiando”.
Aunque el deporte se reanudará, la presión de los jugadores logró visibilizar el enojo ante la discriminación y ha provocado que más jugadores sigan hablando del tema sin tapujos. Como Marc Gasol, jugador español de los Toronto Raptors: “El racismo es sistémico. No solo es un problema político, sino de humanidad y sentido común. Tenemos que romper esa cadena y que no pase a las siguientes generaciones”.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Joseph DeAngelo, el “Asesino del Golden State”, es condenado a 11 cadenas perpetuas por decenas de muertes y violaciones
- “Esperamos acabar con esta pandemia en menos de dos años”, asegura la OMS
- Argentina declara servicios públicos y esenciales a internet, TV, telefonía y congela las tarifas
- TikTok presentará demanda contra el decreto de Trump que prohíbe la aplicación en EE.UU.
- “Estamos exhaustos”: los efectos que está teniendo en Argentina y su población la cuarentena más larga del mundo
- 3 claves para entender el caso Lozoya, el mayor escándalo de corrupción en la historia de México