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En la mañana del 20 de enero, Donald Trump y su esposa, Melania Trump, salieron de la Casa Blanca como el presidente y la primera dama saliente, pero no invitaron a sus homólogos entrantes, Joe y Jill Biden, a ingresar.
MIRA: Investidura de Joe Biden, un día especial y extraño en Washington
Este desaire hacia los Biden, en el Día de la Inauguración, viene inmediatamente después de una serie de costumbres rotas que provienen directamente de Trump, quien ha expresado su desinterés por participar en cualquier tradición con el hombre que lo sucederá.
Previamente, Trump manifestó en sus redes sociales que tampoco asistiría a la toma de posesión de Joe Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris, en Washington. Con ello rompió una tradición de más de 100 años según la cual el presidente saliente asiste a la investidura de su sucesor.
Del mismo modo, Trump estuvo a poco de romper otro legado, pues hasta el martes no se sabía si había escrito una carta que el mandatario saliente debería dejar a su sucesor. Sin embargo, el miércoles por la mañana, un portavoz del Ejecutivo le dijo a la agencia AFP que Trump, quien se ha negado a reconocer una victoria limpia por parte de Biden, sí le dejó una misiva antes de abandonar la Casa Blanca.
La costumbre a la que se hace alusión fue iniciada por Ronald Reagan y se cumple ininterrumpidamente desde 1989. En ese año, Reagan escribió una carta personal a su sucesor, el expresidente George Bush, comenzando una tradición representativa de la transición pacífica del poder del país a lo largo de la historia.
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"Querido George:
Tendrás momentos en los que quieras usar este material de escritorio en particular. Bueno, hazlo.
George, atesoro los recuerdos que compartimos y te deseo todo lo mejor. Estarás en mis oraciones. Dios los bendiga a usted y a Bárbara. Extrañaré nuestros almuerzos de los jueves".
-Ron.
Esta es la carta que escribió en presidente Reagan a su sucesor en 1989.
Desde la carta de Reagan a Bush, cada traspaso de poder ha incluido una nota amable dejada en la Oficina Oval, independientemente del partido político al que pertenezcan los mandatarios. Las cartas comparten un tema común sobre lo que representa su papel en la democracia de Estados Unidos y, a menudo, han incluido palabras de aliento y consejos.
“Te apoyo mucho”, escribió George Bush a Bill Clinton, siguiendo el ejemplo de Reagan. Bush perdió ante Clinton en las elecciones de 1992, pero sus palabras fueron tan conmovedoras que la esposa del nuevo presidente, Hillary Clinton, recordó más tarde que la hicieron llorar.
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"Querido Bill,
Cuando entré en esta oficina, sentí la misma sensación de asombro y respeto que sentí hace cuatro años. Sé que tú también sentirás eso.
Te deseo una gran felicidad aquí. Nunca sentí la soledad que han descrito algunos presidentes.
Habrá tiempos muy difíciles, que se harán aún más difíciles por las críticas que quizás no consideres justas. No soy muy bueno para dar consejos; pero no dejes que los críticos te desanimen o te desvíen del rumbo.
Usted será nuestro presidente cuando lea esta nota. Te deseo lo mejor Le deseo lo mejor a su familia.
Su éxito ahora es el éxito de nuestro país. Te estoy apoyando mucho.
Buena suerte, George"
La carta de George Bush padre a Bill Clinton en 1993
Ocho años después, Clinton le escribió al hijo de Bush, el presidente entrante George W. Bush, en el año 2000. Clinton escribió en la misiva: “Desde este día usted es el presidente de todos nosotros. Lo saludo y le deseo éxito y mucha felicidad”.
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"Querido George,
Hoy te embarcas en la mayor empresa, con el mayor honor, que puede llegar a un ciudadano estadounidense.
Como yo, usted es especialmente afortunado de liderar nuestro país en una época de cambios profundos y en gran medida positivos, cuando las viejas preguntas, no solo sobre el papel del gobierno, sino sobre la naturaleza misma de nuestra nación, deben ser respondidas de nuevo.
Dirige una gente orgullosa, decente y buena. Y desde este día eres el presidente de todos nosotros. Los saludo y les deseo éxito y mucha felicidad.
Las cargas que ahora soportas son grandes pero a menudo exageradas. La pura alegría de hacer lo que cree que es correcto es inexpresable.
Mis oraciones están con usted y su familia. Buena suerte.
Sinceramente, Bill"
Con estas palabras Bill Clinton recibió a George W. Bush en 2001.
Dos mandatos después, el joven Bush escribió una nota de felicitación al recién electo presidente Barack Obama y le advirtió sobre los “momentos difíciles”, pero destacó el apoyo de “un país que está tirando por ti, incluyéndome a mí”.
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Carta de George W. Bush a Barack Obama. (Foto: Cortesía de la Biblioteca Presidencial de Barack Obama)
Finalmente, en 2017, Obama continuó con la tradición en una nota a Donald Trump. Según la carta, Obama describió a los presidentes estadounidenses como “sólo ocupantes temporales de esta oficina” y “encargados de proteger las instituciones y tradiciones democráticas por las que las generaciones anteriores lucharon y sangraron”.
“Querido Señor Presidente: Felicitaciones por una carrera extraordinaria. Millones de personas han depositado sus esperanzas en usted y todos nosotros, independientemente del partido, debemos esperar una mayor prosperidad y seguridad durante su mandato”, así iniciaba la misiva.
Finalmente Obama cerró su carta con su deseo de que pueda lograr un buen mandato. “Michelle y yo les deseamos a usted y a Melania lo mejor mientras se embarcan en esta gran aventura, y sepan que estamos listos para ayudar en todo lo que podamos. Buena suerte, Barack Obama”, señaló
El analista político e internacionalista, Oscar Vidarte, explicó que, al presumir con incumplir con esta tradición, Donald Trump no habría cambiado de manera significativa la imagen que el resto de Estados Unidos y el mundo tienen sobre él.
“El análisis de Trump hay que hacerlo desde dos ópticas distintas. Uno, los que lo apoyan y, por otro lado, los que lo critican. Para los que critican Trump esto no es una novedad, esto es una expresión desde lo que Trump ha sido siempre, alguien antidemocrático, ególatra, esto es más de lo mismo”, explicó Vidarte.
El especialista añadió que para los que apoyan a Trump esto habría sido parte del mismo show.
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