El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes, a través de un tuit, el despido de su asesor de seguridad nacional John Bolton, señalando fuertes desavenencias con este veterano político famoso por sus posiciones agresivas de política exterior estadounidense desde hace décadas.
"Anoche informé a John Bolton que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca. Estaba fuertemente en desacuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en el gobierno, y por lo tanto le pedí a John su renuncia, que me fue dada esta mañana", escribió Trump en Twitter.
►Trump despide a John Bolton, su asesor de Seguridad Nacional
►EE.UU. discutió en secreto la salida de Maduro con funcionarios chavistas
►La amenaza de Estados Unidos a los países que hagan negocios con Venezuela
El mandatario dijo que nombrará la próxima semana el reemplazo de Bolton al frente del Consejo de Seguridad Nacional (NSC en inglés) de la Casa Blanca.
Bolton llegó a la administración Trump como un "halcón" militarista y se va tras reafirmar el apelativo.
"Tiene fuertes posiciones respecto a las cosas, pero eso está bien. De hecho, suavizo a John, lo que es bastante sorprendente", afirmó Trump con ironía a los periodistas el pasado mes de mayo.
¿Quién es John Bolton?
John Bolton, de 70 años, es un veterano que ha servido en tres gobiernos republicanos diferentes: los de Ronald Reagan (1981-1989), George H. W. Bush (1989-1993) y George W. Bush (2001-2009).
Desde abril del 2018 era asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, donde confirmó la dureza de sus posturas, su defensa a ultranza el poder estadounidense y su creencia de que este puede ser usado para influir en el mundo.
Sobre Venezuela, apareció en una ocasión con un libreta ostensiblemente a la vista en la que aparecía escrito el número de tropas que podrían desplegarse en la frontera de Colombia de cara a una hipotética intervención militar.
En Latinoamérica es responsable, además, de acuñar el término la "troika de la tiranía", en referencia a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
De acuerdo con BBC Mundo, en sus memorias, cuenta que en su época de estudiante en la Universidad de Yale se sentía "un alienígena" entre tantos jóvenes contrarios a la guerra de Vietnam.
Antes de entrar al Gobierno de Trump, Bolton ya era una figura polémica en Washington, ya que en el 2006 tuvo que abandonar su cargo de embajador estadounidense ante la ONU después de apenas 14 meses, debido a la negativa del Senado a confirmarle definitivamente para ocupar el puesto.
Bolton fue, además, uno de los promotores del falso argumento sobre las armas de destrucción masiva que llevó a la invasión de Irak en 2003. También ha abogado por el uso de la fuerza militar contra Irán y Corea del Norte.
En los momentos de mayor tensión, sugirió llevar a cabo un ataque "preventivo" contra Pyongyang.
Bolton también bogaba por actuar con precaución durante el vertiginoso acercamiento del presidente Trump a Corea del Norte y contra la decisión del mandatario el año pasado de retirar las fuerzas estadounidenses de Siria. Fue el autor intelectual de una campaña discreta dentro del gobierno y con aliados en el exterior para convencer a Trump que mantuviera las tropas en Siria con el fin de combatir a los restos del Estado Islámico y la influencia iraní en la región.
Ha sido comentarista frecuente en la cadena de televisión favorita de Trump, Fox News.
Curiosamente, el rasgo físico más distintivo de Bolton, su poblado bigote blanco, es también el que retrasó supuestamente su entrada en el Gobierno: según informaciones de prensa, al presidente no le gusta el vello facial, y ese fue un factor importante a la hora de descartarle en anteriores ocasiones como posible secretario de Estado.
Detrás del icónico bigote se encuentra un ideólogo ultraconservador, un vehemente defensor del "interés nacional" y un conocido crítico de la Corte Penal Internacional y de las Naciones Unidas: en 1994 dijo que "no pasaría nada" si desaparecieran diez pisos del edificio de la ONU en Nueva York.
Eso no evitó que trabajara en esa misma institución internacional durante más de un año, porque el expresidente George W. Bush (2001-2009) le nombró embajador ante la ONU en agosto de 2005, aprovechando un receso en el Senado, que se había negado a confirmarle para el cargo.
En diciembre, sin embargo, de 2006 tuvo que dimitir, porque se agotaba el plazo en el que podía ocupar el puesto de forma interina y el Senado no parecía dispuesto a darle luz verde.
En 2001, Bolton se convirtió en subsecretario de Estado para el control de armas, un cargo que cobró peso en la antesala de la invasión de Irak porque la justificación de Bush para atacar se centró en la supuesta posesión de armamento químico y biológico por parte del régimen de Sadam Husein, que luego no se encontró.
"Estamos seguros de que Sadam Huseín ha escondido armas de destrucción masiva", dijo Bolton en un discurso en 2002.
Bolton abrazó la teoría del "eje del mal" sobre Corea del Norte, Irán e Irak, y presionó al Departamento de Estado y la CIA para despedir a quienes no validaran las acusaciones más radicales contra esos países, según un análisis de documentos oficiales que hizo en 2008 John Prados, de la Universidad George Washington.
Nacido en Baltimore (Maryland) en 1948, Bolton se doctoró en Derecho por la Universidad de Yale en 1974 y se alistó en la Guardia Nacional, pero no fue a la guerra de Vietnam y se le atribuye la cita de que "no quería perder la vida en el arrozal de ningún país asiático".
Casado y con una hija, Bolton ocupó un alto cargo en el Departamento de Justicia bajo el Gobierno de Ronald Reagan y en el de Estado bajo el de George H. W. Bush, y pasó por los centros conservadores Instituto Manhattan y American Enterprise Institute.
Aunque muchos le tachan de neoconservador, Bolton se describe como un "libertario" que prefiere "la libertad sobre la democracia".
Con información de EFE