Redacción EC

La reunión que sostuvieron el presidente Andrés Manuel López Obrador () con su par estadounidense en la Casa Blanca no solo pasó a la historia porque se trató del primer viaje al extranjero del jefe de Estado mexicano sino porque hasta hace pocos meses atrás el encuentro parecía imposible por las opiniones que cruzaban de ambos lados de la frontera.

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Esta es una recopilación de las frases que han marcado la relación de ambos mandatarios, antes del encuentro en Washington.

Durante la campaña presidencial del 2016, la misma que llevó a que Donald Trump ocupe la Casa Blanca, el entonces candidato republicano centró su mensaje en ataques a la migración y en prometer la construcción de un polémico muro en la frontera sur, por donde su país limita con México.

No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a EE.UU.”, escribía Trump en marzo del 2015 a través de su cuenta de Twitter.

México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. El más grande constructor del mundo soy yo y les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México”, anunciaba dos meses más tarde durante un mitin en Carolina del Sur.

México no es nuestro amigo. Nos está ahogando económicamente”, señaló al lanzar oficialmente su campaña para las primarias del Partido Republicano. “Cuando México nos manda gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores…”.

Este tipo de mensajes no cesaron ni siquiera cuando el mandatario ganó los comicios, mas bien permanecieron como uno de sus símbolos políticos, especialmente en cuanto al muro, el mismo que en repetidas ocasiones prometió que sería costeado por México.

Justamente el día en el que Trump asumió el mandato de Estados Unidos, el 20 de enero del 2017, AMLO -por entonces el eterno candidato a la presidencia mexicana- señaló que el republicano “significa en la política exterior de los Estados Unidos una vulgar amenaza a los derechos humanos”.

Ese mismo día exigió al entonces jefe de Estado, Enrique Peña Nieto, tener “una reunión urgente” con Trump y “hacer valer los derechos humanos”, en referencia al muro fronterizo.

Pocos días más tarde, el 1 de febrero, AMLO afirmó a la prensa que Trump debía ser denunciado. “Que de inmediato se presente una denuncia en Naciones Unidas contra el Gobierno de Estados Unidos y contra Donald Trump por violación de derechos humanos y por discriminación racial. Eso es lo más importante”, señaló.

Como parte de su campaña presidencial, AMLO viajó a Estados Unidos para reunirse con migrantes mexicanos en ciudades como Los Ángeles, Laredo, El Paso, San Francisco y Nueva York. Durante esa gira, el entonces candidato prometió “crear un Frente Cívico en Defensa de los Migrantes, en contra de la xenofobia, es decir, fomentar el odio a los extranjeros, lo que están haciendo desde el Gobierno de Estados Unidos”.

La visita de AMLO pareció calar tanto en el líder izquierdista que llegó a publicar un libro pocos meses más tarde, titulado “Oye, Trump”. En él calificaba de “actitud autoritaria” la del presidente estadounidense hacia sus connacionales basados allá.

Otro momento recordado fue el que protagonizó el 8 de mayo, durante una entrevista con el reconocido periodista Jorge Ramos, donde AMLO dijo que “(Trump) azuza el racismo. Está en contra de los extranjeros, pero tampoco es que lo sienta así. Es una estrategia política, pero nos ha hecho mucho daño”.

Parece irreal que solo tres años más tarde, Trump calificara a AMLO como “su amigo” y describiera a los mexicanos como “gente trabajadora, gente increíble, son un gran porcentaje de los propietarios de los negocios. Tienen mucho éxito”.

Estamos llevando esta relación a nuevos máximos y (estamos) construyendo una poderosa colaboración económica y de seguridad”, dijo Trump durante su intervención desde la Rosaleda de la Casa Blanca. “La relación entre EE.UU. y México nunca ha sido tan cercana como ahora”.

AMLO, por su parte, no se quedó atrás en cuanto a halagos y aseguró que Trump los había “tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”.

Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de EE.UU. que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto”, añadió.

El encuentro se saldó con la firma de una declaración en la que ambos países se comprometen “a un futuro compartido de prosperidad, seguridad y armonía”.

Al menos hasta que sea políticamente conveniente.

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