El mundo entero está pendiente de la controversial y ruidosa campaña de Donald Trump por ser escogido como el candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Pero entre tanto, otro republicano mucho menos conocido ha estado haciendo un esfuerzo gradual y metódico con el mismo objetivo.
Se concentró en ganarse un grupo del electorado, el de los cristianos evangélicos. Con paciencia se ha convertido en su candidato preferido.
Y los frutos de esa campaña están empezando a ser aparentes.
Donald Trump acapara los titulares de los medios de comunicación.
Pero es Ted Cruz, el cubano-estadounidense que representa a Texas en el Senado estadounidense, el que encabeza encuestas para la primera competencia electoral que se avecina: las primarias del estado de Iowa a realizarse el próximo 1º de febrero.
Donald Trump sobre Cruz: "No creo que esté calificado para ser presidente". (Foto: AP)
Y eso en política estadounidense pesa bastante.
A lo que Ted Cruz respondió con humor: compartió por Twitter un video clip de la película "Flashdance" (1983) en el que se ve a la protagonista, Jennifer Beals, bailando enérgicamente con la canción "Maniac" de fondo.
La ventaja de Iowa
El calendario de las elecciones primarias es agotador: seis meses para que los 50 estados de la unión decidan, cada uno por su lado, a quién prefieren como candidato en las elecciones generales de noviembre del 2016.
Pero el que gane este febrero la primera votación en el pequeño y poco poblado estado de Iowa tiene una ventaja sobre los demás.
Cruz es muy popular entre los cristianos más conservadores. (Foto: AP)
Se beneficiará de una avalancha de publicidad gratuita por cuenta de la cobertura de los medios.
Los donantes tienden a reaccionar enviando dinero al candidato que primero sobresale entre el pelotón de aspirantes.
Y son muchos lo que piensan que el favorecido con toda esta suerte puede ser Cruz.
Y van bastante a misa.
Un escenario que le sirve bastante a Ted Cruz.
El legislador ha pasado meses cortejando el apoyo de los líderes cristianos evangélicos, que influirán en cómo voten los republicanos de Iowa el 1 de febrero.
El jueves, uno de los principales dirigentes de esa poderosa comunidad religiosa, Bob Vander Plaats, le dijo a los medios que veía a Cruz como su hombre.
"Nuestro objetivo es unir a los conservadores en torno a Cruz", afirmó Vander Plaats.
El futuro
Según una encuesta reciente de la Universidad de Mommouth, Ted Cruz encabeza la intención de voto republicano en Iowa, con 24% frente al 19% de Donald Trump.
Lo que a primera vista sorprende.
Algunos dudan que Cruz sea tan exitoso fuera de la comunidad evangélica. (Foto: Reuters)
Un hijo de cubanos encabeza las encuestas en uno de los estados menos étnicamente diversos del país y entre una fe religiosa que se conoce por su tradicionalismo social.
"Parte de la explicación es que Ted Cruz es hijo de un pastor", le dice a BBC Mundo Carol Swain, profesora de tendencia conservadora en la Universidad de Vanderbilt.
"Los votantes saben que Ted Cruz fue criado como un cristiano".
La catedrática asegura que ese es un factor que le ayuda a muchos cristianos a identificarse con Ted Cruz. Lo ven como uno de ellos.
¿Y el hecho de ser hispano en una comunidad principalmente anglosajona?
"Entre los cristianos mas conservadores, los principios compartidos de fe son más importantes que otras consideraciones de raza, clase social o etnicidad. No me sorprende que sea popular con ese grupo y creo que se ha ganado credibilidad a través de su padre y a través de sus propias expresiones de fe", asegura Swain.
Incluso, ante los ojos de ese electorado conservador, Ted Cruz puede haberse beneficiado de ser hijo de un cubano que abandonó la isla, teniendo en cuenta la fuerte tradición anticomunista de los evangélicos estadounidenses, le dice a BBC Mundo Paul Harvey, experto de la Universidad de Colorado.
Harvey también señala que la fe evangélica está creciendo entre la comunidad hispana del país.
"Los evangélicos saben que, hasta cierto punto, el futuro de su movimiento está ahí", indica el académico.
El niño mimado del Tea Party
Trump encabeza las encuestas nacionales en el partido Republicano. (Foto: Getty Images)
Ted Cruz lleva años presentándose como un insurgente dentro del Partido Republicano, rechazando a los más moderados del "establecimiento" de su colectividad.
Se dice el abanderado de posiciones más cercanas a la base, expresadas en movimientos como el llamado Tea Party.
Encabezó un esfuerzo, para muchos quijotesco, por derogar la reforma de salud bandera del gobierno del presidente Barack Obama.
Habla con furia en contra de la intervención del estado en la economía. Ha propuesto abolir la agencia recaudadora de impuestos federales.
Y en temas que van desde su posición frente al aborto hasta la política frente a Cuba, Cruz se ha posicionado muy a la derecha.
Lo que falta
Lo que lleva a algunos a preguntarse si su popularidad entre los cristianos conservadores se podría extender a otros segmentos en la elección general.
"Los cristianos son la mayoría abrumadora en este país, aunque hay divisiones entre grupos más liberales y conservadores", le dice Swain a BBC Mundo, a la hora de pronosticar que el voto cristiano será muy importante a la hora de definir la suerte electoral de la nación.
Pero Paul Harvey es más escéptico.
"Ganar el voto evangélico es importante dentro del Partido Republicano. Votan en bloque, son el equivalente al voto afroestadounidense para los demócratas", dice el catedrático.
"Son necesarios pero no son suficientes para ganar una elección general".
Harvey estima que Ted Cruz tendría más dificultad para atraer votos una vez tuviese que enfrentarse al gran electorado estadounidense, en toda su espectacular diversidad.
Incluso dentro de los republicanos, el voto cristiano es solo una parte de la ecuación.
Y Trump sigue apareciendo holgadamente adelante en los sondeos que miden la opinión nacional entre los republicanos.
Pero Ted Cruz está resuelto a dar la pelea en Iowa, y esperar que un resultado favorable ahí vuelva mucho más interesante y reñida la disputa por la nominación republicana.