Los tentáculos del Tren de Aragua, la peligrosa organización criminal originada en la cárcel venezolana de Tocorón, siguen extendiéndose por el continente. Al igual que sucedió en el Perú, Ecuador, Colombia, Chile y otros países sudamericanos, la banda ha llegado a Estados Unidos, según las autoridades locales. La muestra más reciente de esta preocupación es el anuncio en el estado de Colorado sobre la creación de un escuadrón dedicado exclusivamente a identificar y detener a sus miembros.
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Desde inicios de agosto, los departamentos policiales de las mayores ciudades de Colorado -como Denver y Aurora- se encuentran en alerta ante posibles amenazas contra agentes locales por parte de la organización, considerada como una red criminal transnacional desde julio por Estados Unidos.
Según las autoridades, la creación de este escuadrón o “grupo de trabajo” es la formalización de un acuerdo que ya se venía poniendo en práctica entre el FBI, la Patrulla de Caminos del estado y el Departamento de Policía de Aurora para facilitar “interacciones con la comunidad que permitan recibir información de los residentes”.
El alcalde de Aurora, Mike Coffman, aseguró que esto llevará a que exista “una fuerte y visible presencia en áreas con concentraciones de inmigrantes venezolanos para que podamos, nosotros mismos o nuestro personal encargado de hacer cumplir la ley a nivel local, estatal y federal, identificar a los delincuentes y arrestarlos”.
La periodista de investigación venezolana y autora del libro “El Tren de Aragua: La banda que revoluciona el crimen organizado en América”, Ronna Rísquez, duda sobre la efectividad que podría tener este grupo.
“La creación del grupo en sí no es una novedad, pero sí el anuncio. Lo que me parece peligroso es que se están mezclando supuestas acciones de violencia con una protesta de migrantes que obedece a motivaciones políticas. Las autoridades estadounidenses están siendo un poco ligeras y debemos diferenciar las acciones que investigarán”, comenta a El Comercio.
- Presencia en EE.UU. -
Según la fundación especializada en análisis de seguridad nacional en América Latina y el Caribe InsightCrime, desde inicios de año existen informes que sugieren la presencia del Tren de Aragua en el país, pero hasta abril ninguna de las más de doce agencias policiales nacionales, estatales y locales que contactaron había confirmado una presencia significativa de la banda en sus estados.
Para junio se comenzaron a establecer conexiones entre denuncias de una red de tráfico de personas y redes de explotación sexual que operaba en diferentes estados, el asesinato de un expolicía en Florida, ataques contra agentes en Nueva York y el arresto de un narcotraficante en Chicago, según un reporte de CNN.
“No hay una medida de qué tan grande es el Tren de Aragua en Estados Unidos, especialmente porque hasta ahora no se ha logrado confirmar que exista una operación como grupo. Se ha identificado la presencia de algunos miembros o supuestos miembros en ciertos estados, pero no se ha dado a conocer que exista una estructura como el de una banda, bajo una lógica o estrategia”, comenta al respecto Rísquez.
Sobre cómo habría llegado el Tren de Aragua hasta Estados Unidos, la experiencia en la región nos demuestra que esta banda supo aprovecharse del éxodo de millones de venezolanos que huyeron de la crisis política, económica y social en la que se había sumergido su país, para expandirse hacia los países de acogida.
Así consiguieron ampliar su peligrosa red criminal dedicada al tráfico de migrantes, la trata de personas, las extorsiones, el sicariato y el microtráfico de drogas a distintos niveles en prácticamente toda Sudamérica y gran parte de Centroamérica.
Los reportes en Estados Unidos coinciden con la ola de migrantes que en los últimos años decidieron tomar la ruta hacia el norte del continente, atravesando peligrosos territorios como la selva del Darién y enfrentándose a diferentes amenazas en su travesía.
Sin embargo, Rísquez tampoco descarta que la llegada de muchos de sus miembros se haya producido de la forma menos esperada. “Hay ciertos integrantes de la organización que habrían entrado por vías irregulares, pero también no descartamos que algunos entraron por vías formales. Se han conocido casos de miembros de la organización que ingresaron, por ejemplo a Chile, a través de vuelos comerciales y con documentos de identidad verídicos”, explica.
- Golpes certeros -
La señal más grande sobre la preocupación que el Tren de Aragua está causando en Estados Unidos llegó en julio, cuando el Departamento del Tesoro anunció la inclusión de la banda en la lista de redes criminales transnacionales, poniéndola al nivel de peligrosas organizaciones como la Mara Salvatrucha, la Camorra italiana o la Yakuza japonesa.
Además, en paralelo, los gobiernos de Estados Unidos y Colombia anunciaron una recompensa por 12 millones de dólares a cambio de información que permita la captura de tres de los principales cabecillas de la megabanda.
Estos serían Hector “Niño” Guerrero, por quien ofrecen 5 millones de dólares; Yohan “Johan Petrica” Romero, por 4 millones de dólares; y Giovanny San Vicente, por 3 millones de dólares.
Estas medidas se sumaron a otros golpes certeros que había sufrido la organización criminal. “El desmantelamiento de la prisión en Tocorón y la detención de algunos miembros en Colombia fueron golpes que afectaron a la organización, pero pueden estar pasando varias cosas, como una fragmentación de la banda o un reacomodo en la ubicación desde la que operan”, apunta Rísquez.