Alemania contra la xenofobia: "No esperaremos un primer muerto"
Alemania contra la xenofobia: "No esperaremos un primer muerto"

Berlín. Las imágenes de xenófobos hostigando a refugiados y aplaudiendo mientras ardía un hogar para peticionarios de asilo desataron hoy una ola de repudio en .


"No podemos esperar a que haya un primer muerto. Necesitamos una nueva cultura de la protesta", urgió el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, en declaraciones de hoy al grupo editorial Funke.

Maas llamó a la "mayoría silenciosa" a no seguir callando y fustigó con dureza las agresiones verbales a refugiados que se repitieron este fin de semana y se viralizaron en las redes.

"El que prende fuego a hogares de asilo o lo aplaude con manifiesta satisfacción, ése no tiene ni justificativo ni disculpa. Es el colmo de la brutalidad y el primitivismo", se indignó el ministro del Gobierno de la canciller Angela Merkel.

La jefa de Gobierno se sumó a las condenas a través de su portavoz, Steffen Seibert, quien calificó los incidentes registrados en el estado federado de Sajonia de "profundamente vergonzosos".

El principal partido de la oposición en Alemania, el Partido La Izquierda, demandó una declaración de gobierno por parte de la canciller, en tanto que Los Verdes solicitaron una sesión extraordinaria del Parlamento.

El jefe de gobierno de Sajonia, el democristiano Stanislaw Tillich, admitió ante la televisora N24 que la extrema derecha representa un problema en su región. "Esto no se puede expresar en palabras", señaló Tillich sobre los nuevos episodios de xenofobia.

Desde principios de año se han registrado 188 delitos contra albergues de refugiados, 112 de ellos de corte extremista, comunicó hoy el ministerio alemán del Interior. En total se contaron 17 incendios intencionados a hogares.

La creciente tensión racista que vive Alemania ante la ola de refugiados tuvo un nuevo capítulo el fin de semana cuando un incendio al parecer intencionado destruyó un futuro hogar de acogida en Bautzen, mientras varios vecinos aplaudían el incidente e intentaban impedir la actuación de los bomberos.

La Fiscalía de Görlitz anunció la apertura de diligencias contra tres jóvenes de 19 y 20 años. "No vamos a permitir que un par de cabezas de chorlito nos arruinen la ciudad", prometió el alcalde de Bautzen, el independiente Alexander Ahrens.

El jueves pasado, una turba racista bloqueó el acceso de un autobús de refugiados a un hogar de asilo en Clausnitz, también en el este del país. Los videos de mujeres y niños llorando de miedo dentro del vehículo y las imágenes de un policía sacando por la fuerza a un niño aterrado que no quería salir se viralizaron.

El alcalde de Clausnitz, el independiente Michael Funke, sostuvo que el incidente fue protagonizado por gente de fuera del lugar. "Yo no los conocía", recalcó y responsabilizó de lo ocurrido a "un turismo alborotador".

El director del centro de refugiados de Clausnitz, quien además es miembro de la agrupación populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD), será sustituido, comunicaron hoy las autoridades locales.

Incidentes de este tipo se vienen repitiendo en los últimos meses en señal de la creciente tensión por la llegada masiva de refugiados -1,1 millones solo en el 2015- y los desafíos que plantea su integración.

La inseguridad que genera la afluencia masiva de refugiados en ciertos sectores de la población es utilizada por parte de grupos xenófobos como el Pegida, con origen en el este del país, y los populistas de derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que mejoran en la intención de voto a menos de un mes de tres elecciones regionales.

A las condenas también se sumaron los intentos de explicar las razones por las cuales muchos de los ataques a centros de refugiados se suceden en el este del país, en territorio de la antigua Alemania comunista.

La gente en el este es más "receptiva a los mensajes misantrópicos, opinó el ex presidente del Parlamento y político alemán oriental Wolfgang Thierse. "El odio y la violencia se pueden ver y oír mejor en el este", dijo el socialdemócrata al grupo "Funke".

Thierse atribuyó este fenómeno a "los cambios radicales" a los que estuvo sometida la población tras la implosión del comunismo. "Todo el que tuvo que superar transformaciones en los últimos 25 años (tras la caída del Muro de Berlín) tiene convicciones democráticas y morales menos firmes", explicó Thierse, quien presidió el Bundestag de 1998 al 2005.

Fuente: DPA

Contenido sugerido

Contenido GEC