Imagen referencial. Un paciente con coronavirus recibe tratamiento en la unidad de cuidados intensivos de la clínica MontLegia CHC en Lieja, Bélgica, el 26 de marzo de 2020. REUTERS / Yves Herman
Imagen referencial. Un paciente con coronavirus recibe tratamiento en la unidad de cuidados intensivos de la clínica MontLegia CHC en Lieja, Bélgica, el 26 de marzo de 2020. REUTERS / Yves Herman
Redacción EC

| Suzanne Hoylaerts, una mujer de 90 años del pueblo de Binkom (), murió por tras renunciar a un respirador con la intención de que sea usado por algún paciente joven.

La mujer fue al médico, acompañada de su hija Judith, cuando sintió que le faltaba el aire. Este síntoma la alarmó más cuando empezó a perder el apetito, según detalló El Mundo. De inmediato la hospitalizaron y fue sometida a un examen de coronavirus. El resultado fue positivo.

Suzanne Hoylaerts murió por falta de oxígeno el 22 de marzo, a dos días de haber sido hospitalizada. “No quiero usar respiración artificial. Guárdenlo para los pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida”, dijo a los doctores.

Su hija Judith se siente devastada por la pérdida y comenta que en todo momento recuerda las palabras que le dijo antes de ser aislada: “No debes llorar, hiciste todo lo que pudiste”.

“No puedo despedirme de ella y ni siquiera tengo la oportunidad de asistir a su funeral”, lamentó Judith.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.


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