Trabajadores sanitarios con trajes protectores y máscaras faciales llevan a un paciente de coronavirus en Hospital Brescia, Italia. (EFE / EPA / Filippo Venezia).
Trabajadores sanitarios con trajes protectores y máscaras faciales llevan a un paciente de coronavirus en Hospital Brescia, Italia. (EFE / EPA / Filippo Venezia).
/ Filippo Venezia

Roma. Se habla de aislamiento, del bloqueo casi total, de las restricciones extremas, de las colas en los supermercados, de la vida que cambió y que nunca será como antes. Del sistema sanitario al borde del colapso , del número de muertos por que crece en forma exponencial , hoy trepó a 1441 (175 más que ayer), con un total de 21.157 casos en , y también se habla de la hecatombe económica de la que nadie sabe cómo se levantará el país.

Pero pocos hablan de los muertos, tan solo números, y del dolor que viven sus familiares. Familiares que de repente vieron desaparecer a su padre, madre, abuelo, tío, hermano en una ambulancia y que nunca más pudieron volver a ver. Y que son conscientes de que sus seres queridos murieron en soledad, sin nadie -una mujer, un hijo, un hermano, un sobrino-, que los tomara de la mano.

Sin una caricia, sin una palabra de afecto, ni siquiera una mirada de amor desde el metro de distancia interpersonal obligatorio, porque está prohibido acompañar al hospital a quien resulta positivo o a quien es sospechoso de ser positivo.

“A mi papá, que tenía 80 años pero que estaba en perfecta forma, nunca le pude decir ‘te quiero’. Lo vi salir de mi casa el viernes 28 de febrero en una camilla... Entonces para tranquilizarlo le dije que no fuera miedoso. Lo volví a ver en un cajón cerrado en el cementerio. Ni siquiera pudo tener un funeral”, contó al diario La Stampa Orietta S., que reflejó el desconsuelo que viven hoy muchísimas personas.

Dino, el padre de Orietta, murió el 2 de marzo en el hospital de Crema, una de las ciudades más golpeadas por el coronavirus de la región Lombardía, foco del brote en Italia y que hasta ahora contabilizó 966 decesos.

Las personas aplauden en el distrito de Garbatella en Roma. Italia es uno de los países más afectados por el nuevo coronavirus en Europa. (AFP).
Las personas aplauden en el distrito de Garbatella en Roma. Italia es uno de los países más afectados por el nuevo coronavirus en Europa. (AFP).
/ ANDREAS SOLARO

Orietta no sabe si su papá -que para ella no tenía problemas de salud, solo tomaba pastillas para la presión, y repentinamente comenzó a sentirse cansado, hasta que su médico le detectó un foco infeccioso en el pulmón y una ambulancia se lo llevó-, murió en terapia intensiva.

“No sé si llegó a estar allí, sé solamente que, cuando llamé por teléfono al hospital para tener noticias me contestó un médico que estaba evidentemente muy ocupado que me dijo ‘señora, estamos en la m... Su papá está intubado y sedado en el quirófano, a la espera que se libere un lugar en terapia intensiva’. Le rogué que me dijera algo más, eran las tres de la tarde... Supe luego que mi papá murió a las 20.30”, contó Orietta, llena de rabia.

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¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

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