Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha española VOX, pronuncia un discurso durante un mitin político en Málaga el 22 de octubre de 2019 antes de las elecciones generales del 10 de noviembre. (Foto: AFP).
Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha española VOX, pronuncia un discurso durante un mitin político en Málaga el 22 de octubre de 2019 antes de las elecciones generales del 10 de noviembre. (Foto: AFP).
/ JORGE GUERRERO
Redacción EC

Madrid. En sus anuncios cabalga, escala o corre entre la naturaleza. Con su imagen de tipo duro, consiguió resucitar a una extrema derecha española que capitalizando el malestar por la crisis catalana, ha ganado protagonismo en .

Crecido en el , en un ambiente hostil por la amenaza del grupo separatista armado ETA a él y su familia, este hombre robusto y de barba impecablemente recortada es el adalid de una extrema derecha renacida de la irrelevancia en la que quedó sumida durante décadas, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.

Fundado en el 2014 por Abascal y otros miembros del ala dura del conservador Partido Popular, Vox sufrió para consolidarse en sus primeros años, cuando sus postulados ultraconservadores en inmigración, familia o cuestiones de género apenas le granjearon un puñado de votos.

Pero la crisis generada por el intento de secesión del 2017 en , todavía viva, abonaron el terreno para que este hombre afable en la distancia corta y diestro a la hora de esquivar preguntas incómodas, ascendiera con su apasionada defensa de la unidad de España.

En abril, Vox irrumpió por primera vez en el Congreso con 24 escaños de 350. El tabú de votar a la ultraderecha se rompió en este país, donde los sondeos apuntan a un fuerte crecimiento de la formación.

“No soy un xenófobo”, dijo Abascal, sonriente y bromeando en un programa de entretenimiento visto por 4,7 millones de espectadores, donde defendió la expulsión de los menores migrantes no acompañados."Soy una persona abierta, tolerante", insistió.

La crisis catalana

Ilegalizar los partidos separatistas, suspender la autonomía de Cataluña o revocar las leyes contra la violencia de género son algunas de las propuestas de Abascal que generaron indignación.

Atacando a los migrantes, la prensa, el islam o el feminismo, ha encendido a las masas en sus mítines, a menudo con afirmaciones exageradas o directamente falsas.

Ejemplo de ese influjo, el comentario de un joven simpatizante en el mitin de cierre de Vox, este viernes en Madrid.

“Hay familias españolas que están en la calle, a las que nadie ayuda, y al mismo tiempo inmigrantes que vienen como vienen”, ilegalmene, “y sí los ayudan”, dice Ramón Alejandro Fernández, un estudiante de 20 años.

Sin embargo, la piedra angular de su discurso ha sido el ataque al “separatismo criminal” y la “cobardía” y “traición” de los grandes partidos españoles en esta cuestión.

“Si miras los sondeos, es muy popular entre sus votantes (...) Pero no es su carisma lo que empuja a los votantes”, dice Ignacio Jurado, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.

“Lo que ha dado éxito a su partido es la crisis en Cataluña y el hecho de que los partidos tradicionales no pudieran arreglarla”, añade.

El hombre con revólver

Nacido el 14 de abril de 1976 en la ciudad portuaria de Bilbao, Abascal creció en Amurrio, un pueblo del que su abuelo fue alcalde durante la dictadura franquista.

En una región donde los políticos de partidos nacionales eran objetivo de ETA, Abascal recuerda que su padre, un concejal local del PP, era blanco de la organización y escapó a tres atentados.

Nada de esto amedrentó al actual dirigente de Vox, afiliado al partido conservador al cumplir 18 años, aunque eso implicara ir acompañado por dos guardaespaldas.

“Su experiencia política en el País Vasco, los años amenazado, han marcado sus ideas, ciertamente; pero es evidente que no todas las personas amenazadas por ETA han experimentado esta radicalización”, dice Beatriz Acha, politóloga en la Universidad de Navarra.

Hoy en día se enorgullece de poseer un revólver Smith & Wesson, algo poco común en en un país con una legislación muy restrictiva sobre el porte de armas, que de todas maneras se ha mostrado a favor de suavizar.

Casado con una ‘influencer’ de Instagram llamada Lidia Bedman, que ganó atención mediática en los últimos meses, Abascal tiene cuatro hijos, dos de ellos de un matrimonio anterior.

En sus mítines suelen proyectar imágenes suyas escalando montañas o al trote por bosques y campos. Hace un año, uno de estos vídeos, ingeniado para las elecciones regionales de Andalucía, causó controversia: como si fuera un vaquero, Abascal aparecía a lomos de un caballo.

“La Reconquista comienza en Andalucía”, anunciaba el video, en referencia a los siglos de guerra para expulsar a los musulmanes que del siglo VIII al XV dominaron parte de la península Ibérica.

Fuente: AFP

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