“Salí a manifestar para exigir que nuestra profesión sea reconocida como peligrosa, lo que nos daría derecho a mejores pensiones”, dijo Claire, una bombero de 32 años de la región de los Alpes Marítimos (suroeste). (Foto: AFP).
Claire
Redacción EC

París. Más de 800.000 personas salieron a las calles en el jueves, en el primer día de una huelga nacional contra la reforma del sistema de pensiones del presidente .

Carteros, profesores, fisioterapeutas, bomberos... Todos aseguran manifestar no solo en contra de esta controvertida reforma sino para exigir mejores condiciones de vida en general.

Mejores pensiones

Claire, una bombero de 32 años de la región de los Alpes Marítimos (suroeste).

Salí a manifestar para exigir que nuestra profesión sea reconocida como peligrosa, lo que nos daría derecho a mejores pensiones”.

“También exigimos más personal, ya que nuestro número disminuye constantemente y frente a la caída del número de médicos, sobre todo en el sector rural, la gente recurre cada vez más a nosotros”.

“Pero cuando llegamos, en el 80% de los casos es algo que no podemos resolver. Así que mandamos a la gente al hospital, lo que satura las emergencias”.

Los manifestantes sujetan una pancarta en la que se puede leer "revoltons-nous",(lit. vamos a rebelarnos), durante una protesta contra la reforma de las pensiones, madre de todas las reformas del presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en París. Las pensiones se someten desde ayer a la prueba de la calle con una huelga que, en los transportes y otros sectores que ven amenazados sus regímenes especiales, puede convertirse en indefinida y paralizar el país. (EFE)
Los manifestantes sujetan una pancarta en la que se puede leer "revoltons-nous",(lit. vamos a rebelarnos), durante una protesta contra la reforma de las pensiones, madre de todas las reformas del presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en París. Las pensiones se someten desde ayer a la prueba de la calle con una huelga que, en los transportes y otros sectores que ven amenazados sus regímenes especiales, puede convertirse en indefinida y paralizar el país. (EFE)

Una protesta ‘contra todo el sistema’

Romain Rozat, 37 años, profesor de matemáticas en un instituto de secundaria de París.

“La reforma de las pensiones es sólo la chispa que nos lanzó a la calle. Estamos protestando contra todo un sistema, incluyendo una reforma del currículo escolar del año pasado que no fue bien recibida. Es un desastre para los estudiantes”.

“La evaluación continua que fue implementada dificulta el ingreso de los estudiantes a la universidad. No hay mucho que podamos hacer como profesores, ya que se están recortando los presupuestos de las escuelas”.

Orgullo del servicio público

Serge Wattelet, un cartero de 59 años en el suburbio de Sartrouville, al oeste de París.

“Manifiesto en contra de las reformas de las pensiones, pero no sólo. Nuestra profesión se ha puesto patas arriba. Me sentí feliz y orgulloso cuando me uní al servicio postal en 1982, pero cada vez es menos una fuente de orgullo”.

“Hoy en día, ya no ofrecemos un servicio público adecuado. Muchos trabajadores postales tienen contratos a corto plazo, lo que repercute en la calidad del servicio”.

“En el pasado, solíamos preparar el correo y entregarlo. Hoy en día, las tareas se dividen y se mecanizan. Es como si nos quitaran nuestra profesión”.

Esta es una imagen de la huelga nacional contra la reforma del sistema de pensiones del presidente Emmanuel Macron. (EFE)
Esta es una imagen de la huelga nacional contra la reforma del sistema de pensiones del presidente Emmanuel Macron. (EFE)
/ CHRISTOPHE PETIT TESSON

Hacemos el trabajo ‘sucio’

Wahid Chouchane, de 29 años, empleado de Enedis, el operador de la red eléctrica estatal.

Cuando firmé mi contrato se suponía que me retiraría a los 55 años. Ahora a los 62. Pero en nuestro trabajo, ya sea que haya granizo, viento o nieve, salimos en medio del lodo, en los campos, a reparar las líneas de electricidad. Lo único que nos detiene son los rayos”.

“En el lugar donde trabajé anteriormente, tres de mis colegas murieron antes de alcanzar la edad de jubilación”.

“Por eso estoy en las calles, para decir que nuestro trabajo es difícil y te agota. Los que nos gobiernan no entienden el valor del trabajo. No se están ensuciando las manos como nosotros”.

Por el derecho a manifestar

Harold Herrou, fisioterapeuta de 25 años de la ciudad de Nantes (oeste), miembro del movimiento de protesta de los “chalecos amarillos”.

Llegué con mi camiseta de fútbol del FC Nantes porque la policía se llevó mi chaleco amarillo la semana pasada cuando manifesté en París.

“Hoy, no sólo manifiesto por las pensiones, sino también por los bomberos, las enfermeras, por la gente que duerme en la calle”.

“También es por el derecho a manifestar porque a la gente que me rodea parece que no le importa”.

La lucha de nuestros antepasados

Georges Miath, 56 años, empleado de la compañía de ascensores Otis en París.

“Estoy protestando para defender nuestras condiciones de vida, que están siendo socavadas. Entre los recortes de personal y la escasez de personal, se nos pide que hagamos más con menos pero sin ningún pago extra. Mientras tanto, el costo de la vida sigue subiendo”.

“Nuestros antepasados lucharon para que pudiéramos disfrutar de mejores condiciones de vida. Se derramó sangre, pero ahora todo se está desmoronando. Por respeto a ellos y para asegurar un futuro mejor para nuestros hijos, tenemos el deber de estar aquí. Si no, ¿a qué edad se jubilarán? 70? 75?”.

Fuente: AFP

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