Dublín (Agencias) Luego del hallazgo de una fosa común con 796 niños, que fueron enterrados entre 1926 y 1961, ubicada junto al convento Santa María, en Tuam, otra denuncia incrementa la polémica alrededor de los orfanatos para madres solteras y sus hijos en Irlanda.
De acuerdo a la emisora de radio Newstalk, al menos ochenta bebes enfermaron a mediados de los años 70, mientras se experimentaba con vacunas en ellos. Los laboratorios que habrían llevado a cabo este macabro proceso habrían cometido un error fatal durante los procedimientos aplicándole a los pequeños dosis de vacunas para el ganado.
La historiadora Catherine Corless llegó a esta conclusión al descubrir que los bebés que morían en el convento -supuestamente de destrución o enfermedades infecciosas- eran enterrados en una fosa común al lado del convento, y no en el cementerio local, reportó la agencia AFP.
Los centros 'madre e hijo' servían para alojar a madres solteras y esconderlas de la 'castigadora' mirada de la conservadora sociedad católica. Eran conocidos como orfanatos. La denuncia no solo se dirige al centro de Tuam, al oeste de Irlanda, sino a muchos otros.
Uno de ellos es el orfanato Bessborough, en el condado de Cork, al sur. Una monja de ese centro asegura que los experimentos se realizaron con el consentimiento de las madres.
"El doctor llegaba y preguntaba si podía llevar a cabo este experimento, y entonces las madres traían a los niños", dijo la hermana a Newstalk.
"No podían hacerlo sin el permiso de la madre", agregó. "Nos asegurábamos de que no se producían efectos indeseados. Nadie murió y nadie sufrió consecuencias duraderas".
La multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) reveló información sobre estos experimentos tras fusionarse, hace 20 años, con los laboratorios que los llevaron a cabo.
GSK, que no participó de ninguna manera en los experimentos, dijo a la AFP que cooperaría "plenamente" con cualquier investigación.
ORDENAN INVESTIGACIÓN A FONDO
El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, pidió una "investigación completa" sobre la muerte de casi 800 niños, cuyos cuerpos están en una fosa séptica cercana a un convento en el oeste de Irlanda, informan hoy medios locales.
"Por los indicios que hay, si algo ocurrió en Tuam, probablemente sucedió en otros hogares para madres y niños del país", señaló Martin, una de las figuras más respetadas de la Iglesia Católica en Irlanda, en declaraciones a la emisora nacional irlandesa RTÉ.
El arzobispo consideró que por ello cree "necesario una investigación completa". "No tiene sentido investigar solo lo que ocurrió en Tuam y, el año que viene, averiguar más", dijo.
Según Martin, es necesario "examinar toda la cultura que rodeaba los hogares de madres y bebés" pues "se habla de que allí se llevaban a cabo experimentos médicos".
De momento, el Gobierno irlandés ha pedido a la Policía (Garda) que elabore un informe con toda la información disponible, que se pasará a un grupo interministerial que analiza cuál debe ser el alcance de la futura investigación sobre la fosa de Tuam, reportó la agencia EFE.
El ministro irlandés de Educación, Ruairi Quinn, expresó hoy su apoyo total a los llamamientos para que se investiguen a fondo esos hogares. "Creo que los hechos deberían salir a la luz de manera coherente porque algunos de los titulares que han trascendido internacionalmente han sido bastante horrendos y han dado impresiones equivocadas de lo que realmente ocurrió", opinó.