Un petrolero de Irán fue alcanzado el viernes por lo que aparentemente fueron disparos de misiles, a un centenar de kilómetros del puerto saudí de Yeda, lo que causó una fuga de petróleo del mar Rojo, indicó su propietario.
La National Iranian Tanker Company (NITC), el operador que administra la flota de navíos petroleros de Irán, declaró en un comunicado que las "dos explosiones" que afectaron al casco del buque "probablemente estuvieron causadas por impactos de misil".
"Todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos", añadió NITC, que precisó que las personas a bordo del "Sabiti" estaban tratando de reparar los daños.
"No hay ningún incendio a bordo", afirmó la compañía pública, desmintiendo la información aparecida en la televisión estatal iraní, según la cual el buque había empezado a arder tras una explosión.
El incidente se produce en un contexto tenso entre Irán, de un lado, y Arabia Saudita y su Estados Unidos, de otro.
En septiembre, Riad y Washington acusaron a Teherán de estar detrás de los ataques perpetrados contra dos importantes instalaciones petroleras del este de Arabia Saudita, reivindicadas por los rebeldes hutíes de Yemen. Irán desmintió cualquier implicación.
Además, la explosión del viernes ocurrió también después de que Irán aprehendiera varios petroleros en los últimos meses en la región del Golfo, y de que un buque iraní fuera interceptado en julio frente a las costas de Gibraltar (en el extremo sur de la península ibérica).