Buenos Aires (GDA/ La Nación de Argentina)
Por vivir en hogares sin ingresos suficientes para acceder a los bienes más necesarios, el 42,6% de los chicos y adolescentes del conurbano bonaerense están en la pobreza. Y el 9,4% sufre indigencia, ya que en sus casas no hay ni siquiera recursos para la alimentación básica.
Así lo indican los resultados de la encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013, que presentará hoy la Universidad Católica Argentina (UCA) y que muestra que en los últimos dos años, como consecuencia de la suba de precios y del menor nivel de actividad económica, se agravó la situación de la niñez.
Traducidos los índices, en el conurbano hay 1,3 millones de chicos de hasta 17 años que son pobres. De ellos, 290.000 son indigentes.
Según se estima, la tendencia al crecimiento de la pobreza infantil seguiría este año por causa de la inflación y de la caída de fuentes laborales, que afectan principalmente a las familias con mayor grado de vulnerabilidad. Expertos consultados advirtieron que hoy no están dadas las condiciones para evitar que la pobreza se herede, en una cadena intergeneracional.
En el total de la población urbana del país -el relevamiento de la UCA abarca 5700 hogares de 19 áreas urbanas-, la pobreza entre los menores de 18 años está estimada en 38,8%, contra el 37,2% de 2012. Así, unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes.
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