Ante una plaza colmada de militantes peronistas, la presidenta saliente de Argentina, Cristina Fernández ofreció el miércoles su último acto antes de dejar el poder en medio de una controversia con su sucesor Mauricio Macri cargada de drama como epílogo de una era que polarizó a Argentina.
Antes, Cristina apareció acompañada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en un Salón de los Bustos de la Casa Rosada colmado por funcionarios, gobernadores y dirigentes kirchneristas, entre ellos, Máximo Kirchner, que no suele asistir a los actos presidenciales.
La mandataria aprovechó la ocasión para develar el busto a Néstor Kirchner, su esposo, en la Casa Rosada.
"Hoy la región atraviesa un momento diferente, no está él [por Néstor Kirchner], tampoco está Hugo [Chávez], y vemos que se intenta, y en algunos casos se logra, cambiar", dijo la presidenta en la ceremonia.
Agradeció a todos sus funcionarios que la acompañaron en 12 años del kirchnerismo. "La tarea sigue, porque no hay que confundirse: el lugar natural de un militante no tiene que ser en el gobierno, tiene que ser junto al pueblo, junto a la gente", dijo Cristina Fernández.
Luego, en sus últimas horas en el poder de la tercera economía de la región, Cristina Fernández se dió un baño de multitudes que la siguieron por pantallas gigantes desde la Plaza de Mayo.
En un hecho inédito en el país, Fernández no asistirá el jueves a la jura de su sucesor Mauricio Macri tras defender el traspaso de mando con banda y bastón presidencial en el Congreso en apego a la Constitución, mientras Macri quiso que esa parte de la ceremonia fuera en la Casa de Gobierno, en respeto a una "tradición política histórica".
En su discurso a los miles de seguidores, Cristina se refirió a los problemas en la transmisión de mando con Macri. "Me hubiera gustado poder entregar los atributos del mando ante la Asamblea Legislativa pero la verdad he visto muchas medidas cautelares, pero, les puedo asegurar que en mi vida pensé que hubiera un presidente cautelar durante 12 horas en mi país", dijo Fernández.
Incluso bromeó sobre el fallo judicial que resolvía el cambio de mando. "No puedo demorar porque a las doce me convierto en calabaza", dijo la mandataria, pues según el fallo judicial ella solo podrá estar al frente del gobierno argentino hasta las 23:59 de hoy.
Finalmente, Cristina Fernández se despidió de sus partidarios. Dijo que lo más importante que pudo darle a Argentina es el empoderamiento popular. "Gracias por tanta felicidad, gracias por tanto amor, los llevo en mi corazón. Sepan que siempre voy a estar con ustedes", finalizó Fernández.
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) diciembre 9, 2015
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