Pequeños productores de Argentina se concentraron este miércoles frente a la sede del Gobierno, en Buenos Aires, para regalar 20 mil kilos de verdura en protesta por la precariedad que sufren debido a la falta de tierras.
Tras presentar un proyecto de ley en el Congreso para facilitar el acceso a la propiedad de terrenos, cientos de pequeños productores nucleados en la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y sus familias realizaron un "verdurazo" en la emblemática Plaza de Mayo.
Los pequeños agricultores entregaron 20 mil kilos de lechuga, acelgas y espinacas a las cerca de 1.000 personas allí presentes para denunciar las condiciones de esclavitud en las que, según ellos, trabajan debido a la concentración de tierras en pocas manos, los alquileres "desregulados" y los desalojos a los que han sido sometidos muchos de ellos.
"Al tener un alquiler tan alto no podemos llegar a comprar nuestras tierras. Lo que buscamos es un crédito blando, que el Gobierno nos pueda dar esas tierras", contó a Efe Ricardo Martínez, productor de zanahorias, durante la convocatoria.
Por ello, en el proyecto de ley presentado hoy para su estudio en el Congreso argentino, los pequeños productores proponen la creación de un fondo fiduciario para el otorgamiento de créditos que les posibilite la compra de terrenos.
Los agricultores denuncian también que el modelo de producción y comercialización establece "una diferencia promedio del 400% entre lo que recibe el trabajador en su quinta o chacra y lo que paga el vecino en el barrio", según manifestó la UTT en un comunicado.
Paralelamente, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, criticó el "verdurazo" y aseguró que los productores "nunca" le pidieron una reunión al Gobierno.
En declaraciones a los medios realizadas durante el Foro de Inversión y Negocios que se celebra estos días en la capital argentina, el funcionario invitó a los manifestantes a que "en vez de regalar en Plaza de Mayo, vayan a vender a la feria".
Los agricultores se presentaron en la Plaza de Mayo en un tractor naranja y subidos a varios camiones desde los que regalaron las verduras a los cientos de ciudadanos, en su mayoría personas mayores y familias de bajos recursos, que desde primera hora de la mañana se agolparon en el lugar.
"Es una buena oportunidad para venir y agarrar algo que está muy caro comprarlo en el supermercado o en una verdulería", dijo a Efe Jorge González mientras esperaba en la cola para hacerse con una de las muchas lechugas que había en el lugar.
Cerca de González se encontraba Silvia Durzo, desempleada, quien aseguró que se acercó al "verdurazo" para "apoyar" a aquellos agricultores que desean tener "una mayor rentabilidad de su producción en el campo" y que están perdiendo recursos porque "el intermediario, que es el mayorista, es el que se queda con la mayor parte del dinero".
Ambos recordaron las similitudes de esta protesta con otra realizada a finales del pasado agosto, cuando productores frutihortícolas de las sureñas provincias de Río Negro y Neuquén repartieron 10.000 kilos de frutas en el mismo lugar.
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— El Comercio (@elcomercio) 14 de septiembre de 2016
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