Ecuador conmemora este viernes un feriado por su Día de la Independencia en uno de los momentos más oscuros de su historia democrática. La consternación e indignación por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio persisten mientras las interrogantes sobre el móvil del horrendo crimen y sus consecuencias aún remecen al país.
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Un día después de que el exdiputado y periodista de 59 años conocido por su lucha contra la corrupción y el crimen organizado fuera acribillado al término de un mitin, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, declaró un estado de excepción por 60 días en todo el país, azotado por un aumento de la violencia del narcotráfico y el crimen organizado.
Lasso también ordenó tres días de luto nacional para honrar la memoria de Villavicencio, cuyo cuerpo fue velado de manera íntima por su familia en una funeraria en el norte de Quito. Un puñado de simpatizantes con polos blancos y flores se acercó al lugar con carteles que decían “Mataron a mi presidente”.
Villavicencio era uno de los ocho candidatos presidenciales inscritos en estas elecciones extraordinarias, convocadas para el domingo 20, luego de que Lasso decretase en mayo la “muerte cruzada”, un mecanismo previsto en la Constitución con el que disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, cuando se disponía a votar su destitución.
El asesinato causó indignación dentro y fuera de Ecuador no solo por la crudeza de las imágenes del crimen, sino porque el propio Villavicencio había advertido persistentemente que había recibido amenazas contra él y su equipo de campaña.
Villavicencio había indicado que era blanco de amenazas de la mayor organización delictiva de Ecuador, Los Choneros, cuyo cabecilla está detenido.
El diario “El Universo” señaló que Villavicencio fue asesinado “al estilo sicariato y con tres tiros en la cabeza”. El atentado dejó también nueve heridos, incluido una candidata a asambleísta y tres policías. Un presunto atacante también falleció, según la fiscalía.
Ante la conmoción, Lasso anunció que la policía federal estadounidense (FBI, por sus siglas en inglés) apoyará a Ecuador en las investigaciones sobre el homicidio. “En las próximas horas una delegación llegará al país”, dijo en la red social X (antes Twitter) sin dar más detalles.
Extranjeros detenidos
El movimiento Construye, que apoyaba la candidatura de Villavicencio, calificó de cobarde el asesinato y anticipó que conformará un equipo de seguimiento del proceso legal y exigirá que “se conforme una comisión internacional que sea parte de la investigación de este magnicidio”.
“No vamos a permitir que la narcopolítica siga campante y se burle una vez más de la justicia”, indicó en un comunicado.
- Las muertes violentas en Ecuador han crecido a la par de las incautaciones de droga. El país cerró el 2022 con una tasa de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi el doble que en el 2021.
- Un aspirante a diputado también fue asesinado durante esta campaña electoral, así como dos candidatos a alcaldías antes de los comicios locales de febrero.
En tanto, la Policía de Ecuador informó que los seis detenidos por el asesinato de Villavicencio son de nacionalidad colombiana, así como el hombre que falleció en el lugar del suceso.
Hasta el momento las autoridades han revelado que en el crimen participaron varios hombres, supuestamente sicarios.
Lasso atribuyó al crimen organizado el asesinato de Villavicencio, aunque hasta ahora las autoridades no han dado más detalles sobre el móvil y el posible grupo que estaría detrás del ataque.
Gabriela Vivanco, directora del diario “La Hora” de Ecuador, señala a El Comercio que hay muchas teorías sobre los motivos y autores del asesinato, pero ninguna información comprobada.
“Existe muchísima incertidumbre porque Fernando Villavicencio era un candidato que tenía un fuerte discurso contra la corrupción en general y hemos tenido corrupción en todos los gobiernos. También tenía un discurso muy fuerte contra el narcotráfico y las bandas del crimen organizado, que son las que operan y mueven el microtráfico en varias partes del país y que son muy activas en el tema del sicariato y demás actos de violencia”, afirma.
Apunta que en Ecuador vienen ocurriendo actos de violencia política que ya habían encendido las alarmas. “La violencia en las calles ya era tremenda, constantemente hay revueltas en las cárceles con gente asesinada y decapitada, pero la violencia política ha ido escalando. La ciudadanía ya estaba muy preocupada y lo que ocurrió con Villavicencio es un escalón que ha removido las esferas políticas, económicas y sociales”, añade.
Remezón en la campaña
El asesinato de Villavicencio también tuvo un impacto directo en la campaña electoral, aunque las autoridades anunciaron que se mantiene la fecha de los comicios.
Varios candidatos presidenciales como Yaku Pérez (líder indígena de izquierda, tercero con 12,5%) y Otto Sonnenholzner (exvicepresidente de derecha, cuarto con 7,5%) anunciaron la suspensión de sus campañas y deploraron el asesinato.
Villavicencio, del movimiento Construye, se ubicaba en cuarto lugar de las preferencias con menos de 10% de intención de voto, aunque los sondeos señalan que aún existe un 40% de indecisión. En otra encuesta ocupaba el segundo lugar.
En el primer lugar de las preferencias se mantiene la candidata del correísmo, Luisa González.
Construye pidió que se difiera el debate obligatorio entre los postulantes, previsto para este domingo 13.
Vivanco enfatiza que la ciudadanía tiene temor porque el crimen ocurrió cuando en el ámbito electoral no había un panorama claro sobre quiénes iban a entrar a la segunda vuelta.
“Realmente era un escenario electoral muy incierto. Una encuesta ponía a Fernando Villavicencio como el segundo lugar después de la candidata del correísmo, pero, en general, ubicaba el segundo, tercer y cuarto puesto dependiendo del sondeo”, señala.
Además, explica que la atención se centra ahora en qué va a hacer el movimiento Construye, que podría retirarse de la contienda o elegir a otro representante para buscar la presidencia.
“La candidata a vicepresidenta es una persona de muy bajo perfil, es una ambientalista que no tiene experiencia política y sería muy raro que asuma la candidatura presidencial. Ahora, la cabeza de lista para la próxima Asamblea Nacional del movimiento Construye es Patricio Carrillo, que fue ministro en el gobierno de Lasso y que es un exmilitar de línea muy dura en el manejo de la violencia y el crimen organizado. Él podría ser una opción porque la gente exige mano dura”, apunta.
La otra opción sería que el partido decida apoyar a otra candidatura. La particularidad de la candidatura de Fernando Villavicencio, explica la experta, era que él no tenía un partido constituido, sino que era parte de una alianza de distintas fuerzas y ahora está en duda si van a lograr mantener la cohesión en una candidatura presidencial.